14 nov. 2025

Atlético de Madrid logra un apretado triunfo

Atlético de Madrid derrotó de forma ajustada al Feyenoord de Países Bajos por la fecha 2 del Grupo E de la UEFA Champions League.

Atlético de Madrid  -  Feyenoord

El delantero del Atlético de Madrid Álvaro Morata (d) celebra con su compañero Antoine Griezmann (i) tras marcar el 3-2 durante el partido del grupo E de la fase de grupos de la Liga de Campeones entre Atlético de Madrid y Feyenoord, este miércoles en el Estadio Cívitas Metropolitano de Madrid. EFE/ Kiko Huesca

Kiko Huesca/EFE

No hay ninguna competición que despierte tantas inseguridades como la Liga de Campeones en el Atlético de Madrid, superviviente y ganador contra el Feyenoord (3-2), al filo de la debacle, entre el caos defensivo propio y ajeno, superado durante muchos tramos del duelo y vencedor sobre el alambre, con dos goles de Álvaro Morata y dos paradas cruciales de Oblak, dentro de un laberinto del que escapó a trompicones, encerrado en su área.

Inconsistente, sobresalto a sobresalto, por una doble remontada culminada con un fenomenal centro de Nahuel Molina y otro remate de Álvaro Morata al minuto y 50 segundos de la reanudación ganó el Atlético un partido que bien pudo empatar o perder, en el que jugó a la ruleta rusa y que retrató como la máxima competición continental lo tiene siempre en vilo, al filo de la caída, de un detalle a favor o en contra.

Lo aprisiona con una expresividad inusual en un equipo que debe sentirse favorito en un grupo como el que tiene por delante. También lo era el curso pasado. Y se fue del torneo entre el anonimato de un equipo menor, sonrojado como último de su cuarteto. Sin coartada. Ahora, en dos jornadas, ya tiene cuatro puntos. Y eso es un botín incomparable. Hasta este miércoles, había ganado sólo uno de sus últimos nueve duelos en este torneo.

El Atlético surgió sobrepasado. Por muchas bajas, siete en el enfrentamiento de este miércoles, entre ellas dos de sus tres centrales titulares en el once tipo (Giménez y Savic), en ese otro nivel que siempre se habla de la máxima competición continental, el Atlético aparece hoy por hoy como un conjunto común, rebasado por el escenario, pero también por cualquier rival que osa presionarle y abordarle, como lo hizo el Feyenoord.

Ya nadie ya le teme. El actual mcampeón neerlandés, de vuelta al mejor escaparate seis años después, es un bloque de aspecto competitivo, trabajado, con un par de individualidades llamativas, intenso... Sin más. Y sin defensa. No debería ser mejor que el Atlético. Lo fue de verdad todo el primer tiempo y más allá, por más que al intermedio el marcador era un 2-2 o por más que al inicio del segundo ya ganaran los locales por 3-2.

No hubo matices en la puesta en escena, cuando el equipo de Simeone irrumpió en un territorio inhóspito, en un laberinto sin salida, superado en todo. El primer gol lo atestiguó con una rotundidad imprevista. El Atlético, descompensado, descolocado, perdido, regaló un paraíso con el balón entre líneas a Paixao, que entregó el pase al desmarque de Ueda, al que no detectó nadie. Luego jugó la fortuna: el tiro, la parada de Oblak, el rebote en la rodilla de Hermoso, el toque en la cabeza del portero y el 0-1. Minuto 6 y 22 segundos.

Ni siquiera el gol que encontró el Atlético de la nada más absoluta -un pase de Rodrigo de Paul que iba para Saúl, en fuera de juego, habilitado por la intervención fallida de Wieffer que regaló el balón a Álvaro Morata para el 1-1 en el minuto 12- o la reacción con la que respondió a rebufo de este tanto, con una secuencia de oportunidades, palo incluido de Saúl, cambió el panorama realmente. Fue un ratito. Después, más de lo mismo, entre el despropósito defensivo del equipo rojiblanco, pero también, evidente, de su adversario.

Más que visible en Azpilicueta en toda la primera parte. El 1-2, en el minuto 35, con el remate de Hancko lo puso ya en evidencia. El central visitante le ganó en todo. Ni lo vio en su entrada al remate. Ni lo alcanzó después. Ni compareció más tarde. No sólo en su primera volea, tan solitaria como la segunda, también en el rechace posterior de Oblak, que paró lo imparable y ya no pudo hacer más en la inasumible segunda oportunidad.

Cuando la mejor noticia para el Atlético era una derrota por un gol, un parte de daños reducido que pudo ser más grave de no haber fallado Tauner otro remate solo dentro del área, se topó con otro tanto de repente. Porque la defensa del Feyenoord también se descubrió tan vulnerable como la local. Al sexto rebote, Griezmann conectó un remate acrobático para empatar en la última acción del primer tiempo. Un alivio... Entre la alerta.

Porque lo único decente en el primer acto era el resultado, aunque tan solo fuera un empate, con dos goles en contra (como ya se los hizo el Cádiz este domingo). No mereció más el Atlético, capaz de reponerse dos veces de la adversidad, desnortado en muchos tramos hasta entonces. El Feyenoord es lo que es. Y eso lo salvó de un escenario peor.

Y porque el Feyenoord es lo que es, el Atlético sobrevivió la primera parte y ganó la segunda, de nuevo aferrado a esa dinámica de marcar un gol a la vuelta del vestuario. Lo hizo contra el Real Madrid, contra el Cádiz y ahora contra su rival neerlandés. Al minuto y 50 segundos, anotó el 3-2. Tan simple como un muy buen centro desde la derecha de Molina y el remate certero de Morata, que estaba tan solo como Griezmann a su lado. Revelador.

Ni así, con el séptimo gol del delantero internacional español con su club en este curso, las tuvo todas aún consigo el Atlético, agarrado a Oblak en un duelo frente a Stengs, en otro contra Mimtah, asustado en dos zapatazos de Paixao, desaparecido de la otra portería desde el 3-2 hasta el minuto 66, cuando Mario Hermoso lanzó desde su propio campo, y desde entonces hasta el final, temeroso, encerrado, superviviente frente a sí mismo y el Feyenoord en unos últimos instantes agónicos. Un triunfo necesario. También un aviso muy serio. La Champions exige mucho más.

- Ficha técnica:

3 - Atlético de Madrid: Oblak; Molina (Riquelme, m. 79), Azpilicueta, Witsel, Hermoso, Lino (Javi Galán, m. 62); De Paul (Llorente, m. 46), Koke, Saúl; Griezmann (Correa, m. 79), Morata (Kostis, m. 92).

2 - Feyenoord: Wellenreuther; Geertruida, Trauner (Nieuwkopp, m. 73), Hancko, Hartman; Wieffer (Lingr, m. 73), Zerrouki, Timber; Stengs, Ueda (Minteh, m. 60), Paixao.

Goles: 0-1, m. 7: Hermoso, en propia puerta. 1-1, m. 13: Morata. 1-2, m. 35: Hancko. 2-2, m. 48+: Griezmann. 3-2, m. 47: Morata.

Árbitro: François Letexier (Francia). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Azpilicueta (m. 33), Saúl (m. 40), Morata (m. 46+) y Lino (m. 56) y al visitante Stegns (m. 53).

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo E de la Liga de Campeones disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 61.742 espectadores.

Más contenido de esta sección
Harry Kane, viejo conocido del Chelsea, devolvió a los ‘Blues’ a la tierra, demostrándoles que la Champions League es más complicada que el Mundial de Clubes de la FIFA y les derrotó con un doblete en la jornada inaugural de la competición.
El Pafos chipriota se estrenó en la Liga de Campeones con un empate en su visita al Olympiacos griego (0-0), que no fue capaz de superar el ejercicio de resiliencia del conjunto chipriota, capaz de aguantar el marcador con un hombre menos durante sesenta minutos por la expulsión de Bruno.
Un golazo de volea de Fet para el Bodo/Glimt, en un contragolpe ya a segundos del minuto 90, niveló un partido perdido para el conjunto noruego, que resurgió cuando menos se esperaba, justo después de recibir el 2-0, frente a la frustración del Slavia Praga, que sintió muy cerca su primera victoria en la Liga de Campeones desde hace 18 años, desde el 19 de septiembre de 2007.
Con seis encuentros, este miércoles proseguirá la primera semana de Champions League. Debuta el campeón París Saint-Germain, pero, claramente se destaca el duelo que sostendrán en Alemania el Bayern Múnich y Chelsea.
Dusan Vlahovic, con dos goles, una asistencia en la segunda mitad y tiempo añadido de escándalo amarró este martes el empate ante un Borussia Dortmund (4-4) que en el minuto 94 ganaba por dos goles.
El Qarabag de Azerbaiyán derrotó este martes por 2-3 al Benfica en Lisboa tras remontar un 2-0 de la mano de los colombianos Camilo Durán y Kevin Medina en la jornada inaugural de la Liga de Campeones.