Tsitsipas ganó al español en cuatro horas y dos minutos con un gran tenis en los tres últimos sets, apoyado en su gran servicio y en un gran riesgo con sus golpes, alcanzado cerca de 60 ganadores.
El griego se enfrentará en semifinales contra el ruso Daniil Medvedev que había derrotado antes a su compatriota Andrei Rublev por 7-5, 6-3 y 6-2.
El balear acusó el cansancio, como consecuencia de no haber entrenado con la frecuencia que lo solía hacer por los problemas de espalda, contra un Tsitsipas que llegaba fresco tras acumular cuatro días sin competición por la retirada del italiano Matteo Berrettini (9) en el choque de octavos de final.
El desgaste físico de Nadal fue evidente en los dos últimos sets, cuando sus golpes no alcanzaban la brillantez de las primeras mangas, donde Rafa apareció dominador, jugando a placer y desarbolando la estrategia del juego de su rival, que no encontraba resquicio alguno.
Nadie había remontado a Nadal en el Grand Slam si el español dominaba los dos primeros sets, desde el italiano Fabio Fognini en el Abierto de EE.UU. en 2015. El suizo Roger Federer lo hizo también en 2005, pero en el Masters 1.000 de Miami.
Tsitsipas empezó con mucha tensión, y de hecho lo reconoció luego en la entrevista sobre la pista."Estaba muy nervioso”, dijo tras derrotar al ganador de 20 grandes. Le dieron incluso un aviso por recibir consejos desde su banquillo, pero fue precisamente desde ese “warning” cuando mejor desarolló su tenis agresivo.
Nadal estaba agotado casi al final, y buscaba refugio en el ventilador en los periodos de descanso. “Me faltó un pelón de ese extra de chispa”, reconoció luego.
Tras la derrota el español tendrá que esperar una nueva oportunidad para desempatar con Federer la marca de 20 Gramd Slams.