La jugadora de Bilove, la tercera checa de la historia en ganar este torneo después de Jana Novotna en 1997 y Martina Navratilova en 1978 y 1979, alcanzó en Estambul, tras superar a la bielorrusa, su sexto título de la temporada. Fue la mejor en Brisbane, París, Madrid, Linz y, sobre todo, Wimbledon, su primer Grand Slam. Con el Masters completa el sexteto de éxitos. Igual que la danesa Caroline Wozniacki, la número uno del mundo. La única que le supera ya en el ránking femenino.
La tercera jugadora de la historia que gana el título como debutante desde Serena Williams en el 2001 y Maria Sharapova en el 2004, tardó dos horas y media minutos en derribar la resistencia de Ararenka, la jugadora más en forma en este tramo del ejercicio, reciente campeona en Luxemburgo, que afrontó en Estambul la final más importante de su carrera.
Acabará como tercer jugadora del mundo, tras Kvitova y Woznicaki, la jugadora bielorrusa, que fue incapaz de prolongar la reacción que evidenció en la segunda manga, cuando superó a su rival para llevar el partido al desempate.
Kvitova, que con este acumula un parcial de 19 victorias y ninguna derrota en pista dura, recuperó el pulso del partido en el tercer set. Su buen inicio en el set le proporcionó una ventaja imposible para la bielorrusa.
La tenista checa cumplió los pronósticos. Había vencido en los tres últimos enfrentamientos que había dirimido ante Azarenka, incluidos los dos de esta temporada, en Madrid y Wimbledon. Volvió a hacerlo en Estambul para conquistar su primer Masters, alcanzar el número dos del mundo y reivindicarse como una de las grandes animadoras del circuito en el futuro. EFE
