El Rosario Central argentino que dirige Cristian ‘Kily’ González superó por 2-0 a sus compatriotas de San Lorenzo de Almagro y obtuvo su primer triunfo en el Grupo A de la Copa Sudamericana, mientras que su rival es colista sin puntos en dos salidas.
Con el mediapunta de 19 años Luciano Ferreyra como estrella del partido, el Canalla quedó tercero con tres enteros, pero solo a uno del líder -solo avanza a octavos de final el primero de grupo-, mientras que el Ciclón se hunde sin puntos en dos jornadas y malas sensaciones.
En el minuto 12, el central local Facundo Almada fue el más listo de la clase en una falta lateral botada a la perfección por Ferreyra.
Almada se adelantó a todos y remató frente a Torrico en el área pequeña para poner al Canalla en ventaja de 1-0.
A Rosario Central el gol lo impulsó a por más y a San Lorenzo le acentuó los complejos que ha tenido durante todo el ciclo de Diego Dabove.
Fue así que el centrocampista Diego Zabala disparó solo desde media distancia y obligó a Torrico a despejar tan apurado que en el rechace Lucas Gamba remató cruzado y su balón pasó rozando el palo, con el arquero vencido.
En el minuto 24 volvió a tener una clara ocasión Ferreyra, una volea que despejó Torrico, quien jugaba su tercer partido tras largo tiempo fuera por lesión.
La zaga del Ciclón, con el recuperado Fabricio Coloccini al frente de una línea de tres centrales, fue espectadora por tierra y por aire y permitió 12 remates en 45 minutos, 3 de ellos a portería.
El Canalla se habría podido ir al descanso con dos o tres goles de ventaja, pero sus atacantes estuvieron tan dinámicos como sin tino.
En el vendaval local destacó sobre todos los demás la figura de Ferreyra, presente en todos lados y volviendo locos a los visitantes a sus 19 años.
Dabove movió ficha al descanso e introdujo a dos de los mejores jugadores de la plantilla, a quienes había reservado de inicio, el atacante paraguayo Ángel Romero y el centrocampista argentino Juan Ramírez.
Ambas sustituciones le cambiaron la cara a San Lorenzo, que pasó a controlar el partido en el segundo tiempo y a buscar el empate.
Sin embargo, ese tramo de dominio azulgrana duró apenas veinte minutos.
El Ciclón no consiguió resolver ninguna de sus situaciones de gol y, en el tramo final, Rosario Central finiquitó el duelo con el segundo gol.
Fue Lucas Gamba el que puso el broche a una gran jugada por banda de Emiliano Vecchio.
En una internada de manual, Vecchio llegó hasta la línea de fondo, levantó de cabeza y la puso atrás al desmarcado Gamba, quien festejó con ‘el Kily’ González.