Por Amilcar Noguera - @cuatrocientero
Son inconfundibles, destellan sus luces titilantes en el crepúsculo urbano, como escapando del laberinto de autos que salen de la ciudad al final de la jornada.
Recorren los recovecos de las urbes que no están preparadas para recibirlos. Van en grupo, esquivando autos y baches, subiendo y bajando de veredas a veredas no adaptadas. Son los ciclistas, una moda que se impone buscando mejor calidad de vida.
La bici en el país ha dejado de ser simplemente un juguete que recibían los niños en el Día de los Reyes. Hoy se convierte en una opción válida de transporte, recreación de ocio y fomento para una vida más saludable.
Esta revolución en dos ruedas incorporó de forma masiva un nuevo hábito en los paraguayos. Todos los días y a cualquier hora, uno se cruza o ve en las calles personas movilizándose en bicicleta, bien equipadas y con las condiciones básicas de seguridad.
Paseo y aventura. Existen grupos de paseos, de aventura, de turismo y competitivo. “Es como todo lo que llega al país, siempre un poco tarde, pero está cambiando la vida de mucha gente”, dice José Andrés Fernández, organizador de eventos de ciclismo y administrador del sitio web Ciclismo paraguayo.
“La bicicleta como todos saben, cualquier persona de cualquier edad o condición física la puede tomar. Uno no precisa ser atleta de élite para tener una, sino, todo lo contrario, ayuda a la gente a estar en forma e inclusive a llevar una vida saludable. Creo que es una de las cuestiones que hacen que muchas personas estén optando por las bicicletas”, amplió.
NUEVAS TIENDAS. De los negocios tradicionales que anteriormente vendían bicicletas, actualmente existen una veintena de establecimientos que están en crecimiento en casi todas las ciudades del área metropolitana, vendiendo accesorios y prestando servicios técnicos para todos los que pedalean.
“Es muy bueno el movimiento que se ha generado en los últimos años, que nos ha obligado a readecuar nuestros servicios”, dice Mario Ortiz, joven empresario de la tienda Ciclo Aventura, ubicada sobre la avenida San Martín.
“Hace diez años el que tenía una bici de gama media, era deportista de élite o alguien que podía pagar 2.000 o 3.000 dólares por una bicicleta. Esa brecha hoy ya no existe; la gente puede comprarse una bicicleta por G. 1.200.000 y creo que ese abaratamiento está permitiendo que mucha gente esté optando por pedalear”, señaló.
Millones de dólares. Las ventas de bicicletas han crecido mucho en los últimos años y es un negocio de buen impacto en el mercado económico. Así lo demuestran los datos de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), que en los últimos cinco años indica que se importaron más de un millón de bicicletas. A ello se suman las que se ensamblan en las fábricas locales.
Una revisión de ÚH refleja que la importación de bicicletas, accesorios y repuestos es un negocio que anualmente mueve 15 millones de dólares. En el 2012, se importaron 190.568 bicicletas por un valor de USD 9.187.012,59. Al año siguiente, la cantidad de bicicletas bajó a 188.283, pero en contrapartida el valor de compra se incrementó a USD 10.371.878,35, lo que indica que se adquirieron mayor cantidad de bicicletas de alta gama.
El 2014 fue el año récord de importaciones. Se adquirieron por USD 18.330.365,84, un total de 277.979 unidades importadas. En los últimos cinco años ingresaron al país 1.054.955 bicicletas, lo que dejó en los registros de la DNA USD 58.726.591,91.
El Desafío Ybytyruzú (Guairá) es el evento más grande que se realiza en el país. Este año cumple su 10ª edición y se disputará el 4 de junio y convoca a cerca de 800 competidores. Ese fin de semana, Villarrica y alrededores reciben cerca de 5.000 personas. “Ese fin de semana colapsan los hoteles, inclusive los atletas y equipos duermen en cámping en las plazas”, comenta Nelson Fernández, de Bicimanía.
Hay mucho por crecer en esta materia. Porque las ciudades del interior no están preparadas en infraestructura y gastronomía para recibir a tantas personas juntas”, amplió.
“Falta más acompañamiento de las autoridades de las ciudades para mejorar la concurrencia. Muchas veces llegamos a un lugar con 200 a 300 personas y pequeñas cosas, como la limpieza del sanitario no se prevé por los intendentes. Esas personas que van para conocer lugares sí o sí compran, comen y aportan a la economía local”, subrayó.