Si bien ya comenzó a entrenar en la víspera, recién este miércoles se realizó la presentación oficial del más reciente fichaje del Esporte Clube Bahía, uno de los grandes clubes de Salvador, del estado brasileño de Bahía.
Tras su paso por el Figueirense en el 2012, Wilson Pittoni va en busca de una revancha en el fútbol del vecino país, gracias a la oferta que le acercó la directiva del conjunto bahiano, que ni siquiera le hizo pensar “dos veces” para aceptar “porque Bahía es un gran equipo”.
Cuando le recordaron que no le fue bien en su primera experiencia en el fútbol brasileño, el mediocampista paraguayo aseguró que “paso por Figueirense fue bueno, solo que me lesioné y quedé parado siete meses”. “A Bahía estoy llegando ahora, tengo que prepararme bien porque los compañeros ya están listos para jugar”, acotó.
Sobre su preparación, recordó que durante la temporada 2013 casi no tuvo tiempo para realizar una pretemporada, pues el calendario del Olimpia fue bastante apretado. “Entonces, tengo que trabajar mas una semana para estar al cien por ciento, porque vengo para sumar, para aportar lo que sé, ayudar al equipo y a los compañeros”, explicó.
En varios pasajes de la conferencia le recordaron a Pittoni su buena pegada de tiro libre y el gol que le convirtió al Atlético Mineiro en la final de al Copa Libertadores. Al respecto, comentó: “Hay que entrenar para poder mejorar. Gracias a Dios tengo esa virtud, pero si no entrenas creo que es difícil. Si Dios quiere, ojalá aquí pueda hacer goles de falta”.
Sobre su nuevo club, dijo que tiene “una hinchada apasionada” que, entre otras razones, “también me llevó a venir aquí”. “Es un club serio, que va a querer ganar el título estadual y para lograr eso hay que trabajar todos juntos”, indicó.
Luego, el mediocampista paraguayo realizó su compromiso personal: “Yo voy a hacer lo mejor siempre, en cada juego. La actitud nunca va a faltar de mi parte, y el hincha verá en el campo quien soy yo”.
POR SU PADRE Y SU HERMANO. En otro momento, le preguntaron por su familia, si acaso era un creyente practicante -por el rosario que llevaba en el brazo- y sobre el significado de sus tatuajes. Un Wilson Pittoni más íntimo comentó que su esposa y sus dos hijos ya están con él en Bahía y que no frecuenta mucho la iglesia.
Al referirse a sus tatuajes, se emocionó al recordar a su hermano y su padre ya fallecidos, y en cuyas memorias se tatuó sus nombres: “Mi hermano falleció a los 15 años, ahogado junto a su mejor amigo, y mi padre murió de cáncer. Casi paré de jugar, porque perder a un hermano que creció contigo es difícil...”
“No entrenaba más, después de dos a tres semanas volví, y volvió también la inspiración. Gracias a Dios pude continuar y conseguir mis objetivos”, recordó.