En el festejo de ese segundo tanto, Ousmane Dembélé levanta a Messi que, abrazado, al punta francés, levanta el puño derecho para celebrar su segundo gol del partido.
La instantánea es casi idéntica a una de Pelé en la final del Mundial de México 70, donde celebra, también con su puño derecho, el primer tanto del 1-4 logrado en la final contra Italia. En esta ocasión, el jugador al que se abraza es su compatriota Jairzinho.