“La imagen fue terrible de ver, muy chocante. Yo cuando me subo al monoplaza sé que asumo riesgos, pero fue algo horrible. No sé muy bien cómo sucedió, pero está claro que el halo funcionó y que evitó que la barrera le cortara la cabeza”, opinó Hamilton, después de firmar su undécimo triunfo del año, con el que elevó a 95 su récord histórico de victorias en Fórmula Uno.
“Esto nos recuerda que éste es un deporte muy peligroso, en el que vamos al límite; y hay que reconocer que la FIA (Federación Internacional del Automóvil) y la F1 han hecho un gran trabajo en lo que a la seguridad se refiere”, opinó Hamilton, de 35 años, que ganó después de arrancar primero, toda vez que el sábado también había mejorado a 98 su propio récord histórico de ‘poles’ en la F1.
“Físicamente ha sido una victoria muy exigente; también fue complicado estar parados casi una hora, por el accidente, y luego volver a competir”, apuntó.
“Los Red Bull eran rápidos hoy, sobre todo Max (Verstappen, que fue segundo). Al final las cosas cuadraron, pero no estaba seguro de cómo iban a acabar las cosas”, dijo el espectacular y excéntrico campeón de Stevenage.
“Quiero dar de nuevo las gracias al equipo, que volvió a hacer un gran trabajo y ha acertado de nuevo con la estrategia”, declaró Hamilton.