Djokovic, campeón de este torneo en 2011 y 2016, se enfrentará en la final este domingo (18.30) contra el ganador del duelo de esta noche (21.00) entre el español Rafael Nadal y el griego Stefanos Tsitsipas. Es la primera final de este año de “Nole” después de ganar el 15º Grand Slam de su carrera en Australia en enero.
Era la sexta semifinal en Madrid de Djokovic, la 64 de un Masters 1.000, y ahora luchará en su final 48 de estos prestigiosos torneos, de las que ha ganado 32 y perdido 15.
Para Thiem era la tercera ocasión que lograba las semifinales en la Caja Mágica, con dos finales perdidas en los últimos años. Había llegado a Madrid con su primer título de esta categoría, en Indian Wells, donde venció en la final a Roger Federer, y siendo el verdugo de ‘Rafa’ en Barcelona, donde salió campeón.
El descanso tras darse de baja su rival en cuartos, el croata Marin Cilic, por una indisposición alimenticia, sentó bien a Djokovic que saltó a la pista fresco, física y mentalmente, dispuesto para la batalla y con el deseo de resarcirse de las dos últimas derrotas ante Thiem, en Roland Garros 2017 y en Montecarlo el año pasado.
Thiem, por su parte, había tenido que pelear durante dos horas y diez minutos, y al sol, este viernes, y salvar dos puntos de partido ante el suizo Roger Federer, y además compite también en el cuadro de dobles, donde ha llegado también a las semifinales junto con el argentino Diego Schwartzman.
En sus piernas llevaba ocho partidos individuales seguidos, los cinco de su victoria en el Conde de Godó y los tres de Madrid hasta el duelo contra Djokovic, y aunque posee una fortaleza fuera de lo común, terminó con la boca abierta, frente a la exigencia del serbio.
Clave en el partido fue la entereza de “Nole”, que estuvo abajo 3-1 en el primer set para forzar luego el desempate, donde tomó ventaja de inmediato para dominar este juego corto por 7-2 y hacerse con el primer parcial después de 64 minutos, y levantar a continuación el puño como si hubiera ganado el encuentro.
De poco importó que el juez de silla Nacho Forcadell le advirtiera dos veces por su retraso a la hora de servir. Djokovic mantuvo su solidez ante la potencia de Thiem, tanto de derecha como de revés, estirándose en la pista y aceptando que el austríaco era superior por momentos.
En el segundo set, y ganando puntos extraordinarios a base de fuerza, Thiem se colocó con ventaja de 4-2, pero de nuevo el número uno del mundo sacó a relucir su casta y aprovechó sus opciones al máximo para romper dos veces seguidas, cuando el saque del austríaco flojeaba.
Djokovic llegó a sacar para ganar el partido con 6-5 pero su servicio falló en ese momento crucial, entregándolo con su primera doble falta. En el desempate fue Thiem el que falló de nuevo, dejando escapar otra vez una gran oportunidad.