La Dirección de Árbitros de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), con Amelio Andino a la cabeza, realizó este viernes una conferencia de prensa para analizar el arbitraje en el último superclásico del fútbol paraguayo.
El instructor Joel Ruiz explicó que Néstor Camacho estaba habilitado en el gol del empate transitorio 1-1 de Olimpia, ya que “la FIFA modificó la regla de fuera de lugar y se sancionará offside en el primer contacto”.
Tras estas apreciaciones, horas después, la entidad de Barrio Obrero respondió con un rotundo comunicado, en el que “manifiesta su total repudio, ya que las interpretaciones son absolutamente contradictorias en relación a las reglas”.
Este análisis, siempre según la entidad, “no hace más que confirmar la incapacidad de quienes tienen la tarea de impartir justicia en nuestro fútbol”.
Por último, asegura que sus reclamos fueron obviados para beneficio de un club en particular. “Esto trae, como consecuencia, el perjuicio que sufren los demás equipos que participamos en el torneo”, sentencia.
INDIGNACIÓN COLECTIVA. Tras el encuentro ante Olimpia, el pasado 4 de noviembre, que terminó 2-2, Juan José Zapag atacó con munición de grueso calibre.
“El partido pasado no nos sancionaron un penal evidente, hoy el tradicional rival nos empata con un penal en offside. El árbitro (Óscar Velázquez) es una vergüenza”, dijo. “Lo que le hicieron a Cerro es de malos deportistas y de grandes hijos de puta”, agregó el mandamás.
Posteriormente, Fernando Jubero no se calló nada y dijo que el partido pasará a la historia como el “clásico de la vergüenza”, al tiempo de afirmar que no tiene calificativos para la labor arbitral.
“Fue muy triste para el fútbol, yo no quiero que me regalen nada, pero tampoco que me quiten nada. El perjudicado es el fútbol (…) Poca ayuda al fútbol, a que la gente no se exalte. Muy triste porque se ha empañado el trabajo de los muchachos”, resaltó.
En tanto, Víctor Cáceres, que terminó expulsado, apuntó: “Este árbitro es una vergüenza, todo el pueblo azulgrana se siente robado, no tengo palabras. El árbitro la verdad que me dio pena, porque ya no sabía qué hacer”.