La fase general de la primera edición de la Copa Paraguay empezó a disputarse desde este martes y tuvo su centro de estreno en el estadio Erico Galeano del Deportivo Capiatá entre el Cristóbal Colón, conjunto que compite en la Primera División B, y Cerro Porteño.
El elenco de J. Augusto Saldívar, guiado por un excepcional Mario Ricardo, el jugador más representativo y de mayor calidad en la alineación del entrenador Luis Mereles, buscó mantener el orden y pelear cada centímetro de la cancha, pero su empeño no fue suficiente y llevó un 3-1 en contra a los vestuarios.
Nelson Haedo Valdez, en su tercer intento, batió al portero Digno Arturo Contera y adelantó al Ciclón a los 11 minutos. El encuentro parecía ser un trámite para el cuadro azulgrana, pero Mario Ricardo metió el susto con un golazo y emparejó las cosas nueve minutos después.
En el resto de la primera fracción se vio la calidad de capitán de Cristóbal Colón, el desnivel de jerarquía de los clubes, el enorme sacrificio del pequeño, además de la anotación del delantero Alfio Oviedo (27 m), posiblemente el último grito con Cerro Porteño debido a que todo indica que saldrá prestado, y otra marcación del uruguayo Hernán Novick (43 m).
En el complemento, la intensidad del juego cayó de forma ostensible. También disminuyó la calidad del Cristóbal Colón, que se explica a partir del gran desgaste que hizo en el lapso inicial. Esta cuestión aumentó tras la salida del “dueño del equipo”, Mario Ricardo, quien fue reemplazado por el delantero Marcos Bareiro (72 m).
Cerro tampoco sintió la necesidad de buscar con más fuerza el arco rival. Cuidó la ventaja con un desempeño poco vistoso. Entonces el entrenador Luis Zubeldía dio minutos a jugadores que necesitan ritmo de juego como el volante Jorge Rojas y el delantero Junior Marabel.