En un comunicado emitido en la página web del club, el West Ham sostiene que está trabajando junto a la Policía Metropolitana de Londres para identificar a las personas que saltaron al césped del estadio Olímpico de Londres el pasado sábado, en la derrota ante el Burnley (0-3).
El club señaló que todo aquel individuo que sea declarado culpable será sancionado de por vida, y no podrá asistir a ningún encuentro del West Ham, ya sea en casa o fuera.
Además el club pedirá a las Cortes que emitan una orden para evitar que estos aficionados puedan asistir a algún partido de fútbol en el futuro.
El pasado sábado, en el encuentro ante el Burnley, tras el tanto inicial de Ashley Barnes, mediada la segunda mitad, un seguidor local saltó al terreno de juego y fue expulsado a golpes por Mark Noble, capitán del West Ham.
Tras la reanudación del juego, el delantero neozelandés Chris Wood marcó el segundo de los visitantes, lo que desató la ira de la afición, que comenzó a mandar mensajes y hacer cánticos hacia los dueños del club, David Sullivan y David Gold.
Con el tercer y definitivo tanto, el encuentro fue detenido después de que varios aficionados más saltaran también al terreno de juego, mientras que la grada se giró hacia el palco y empezó a increpar a los mandatarios.
El West Ham se encuentra en estos momentos en la décimo sexta posición de la tabla con 30 puntos, solo tres puntos por encima del descenso, marcado por el Crystal Palace. EFE
