El atacante galo Dimitri Payet, que llegaba entre algodones al partido, se resintió de sus problemas y tuvo que ser sustituido a los 30 minutos de la final de la Europa League entre el Olympique Marsella y el Atlético de Madrid.
Payet se había atrevido minutos antes a tocar el trofeo cuando ambos equipos saltaron a la cancha, saltándose una ley no escrita entre los profesionales, que dice que la copa no se toca antes de una final.
El delantero del Marsella no pudo contener las lágrimas cuando se dio cuenta de la lesión y de que no podía seguir en el terreno de juego.