“Creo que tenemos suficiente motivación, más allá de que celebraran la victoria de la ida (1-2). Estamos convencidos de que podemos remontar el resultado, en la ida de hecho podría haber sido diferente. No creo que el Inter dé por hecho su pase a octavos, creo que espera una batalla”, declaró en rueda de prensa.
El delantero, pese a ser crítico y exigir más a sus compañeros, insistió en que el equipo tiene argumentos para pensar en las semifinales y mantener vivo el sueño de jugar la final en casa.
“Tenemos que jugar mejor que en la ida, y de forma más agresiva. Pero es un reto para el que estamos preparados, justo después del triple pitido en Múnich ya estábamos convencidos de que podíamos darle la vuelta en el partido de vuelta. El Inter es un gran equipo, excelente tanto en ataque como en defensa”, dijo.
Y finalizó con un reflexión sobre las ocasiones desaprovechadas en la ida, en Alemania: “No duermo mucho después de los partidos, sobre todo después de fallar ocasiones... Pero sólo me preocupo si no las tengo, no si las fallo. De mí mismo espero marcar en determinadas ocasiones como esta y estoy preparado”.