Julián Benítez visitó el diario Última Hora para conversar en Diálogos ÚH 50 Años con los compañeros Derlis Matto de D10 y Lorenzo Villalba de ÚH donde tocó varios temas y recordó sus grandes hazañas como futbolista que hoy lo tiene militando con mucho éxito en el fútbol del interior.
Nacido en Pilar, pero malcriado en Lambaré, Julián contó cómo fueron sus inicios en el fútbol. “Jugaba en Vencedor, mi club de barrio y un día mi papá me llevó a Guaraní a probar, recuerdo que tenía mucho miedo porque competía con 150 chicos buscando un lugar entre los 30 que iban a quedar. Por suerte me salieron bien las cosas y quedé", comenzó recordando.
Su estadía en las divisiones menores fue corta ya que debido a su gran habilidad se ganó rápidamente un lugar en Primera gracias a Mario Jacquet. “El profe Mario se portó muy bien conmigo, me hizo debutar y peleó para que me den los viáticos y me suban el sueldo, ese detalle nunca me lo olvido y puedo decir que él fue uno de los mejores entrenadores de mi carrera”, indicó.
En Guaraní la historia está dividida en un título Apertura 2010 luego de 26 años y una semifinal de Copa Libertadores en 2015. “El campeonato que logramos lo hicimos con un gran plantel donde teníamos a Jonathan Fabbro, Ángel Ortiz, Rodrigo Teixeira, César Cáceres Cañete, jugadores de jerarquía que ayudaron a lograr el objetivo. En la semifinal del 2015 también teníamos un gran equipo, jugadores de la casa y un entrenador estratégico como Fernando Jubero, nos quedamos fuera con el River Plate que después ganó todo”, detalló.
La historia de la Copa Libertadores para Julián Benítez tuvo otro capítulo especial en 2014 cuando con Nacional llegó al subcampeonato. “Formamos un gran grupo que cumplía de local y de visitante se cerraba bien atrás. Éramos un equipo incomodo para los demás. Lamentablemente en la final jugada acá no pudimos ganar, a lo mejor si ganábamos allá en Argentina era otra la historia”, lamentó.
Sobre aquella recordada final ante San Lorenzo de Almagro, Julián Benítez destacó un detalle que no pasó desapercibido para el plantel que era dirigido en ese entonces por Gustavo Morínigo. “Recuerdo que la final acá jugamos a estadio lleno, muchísima gente de otros clubes fue a alentarnos y eso a lo mejor repercutió en nuestro rendimiento porque sentimos una presión distinta”, aseguró.
En Olimpia, Julián Benítez obtuvo tres campeonatos y dimensionó lo que es la hinchada franjeada. “Cuando llegué Freddy Bareiro me dijo que yo no me iba ni a imaginar lo que es ser campeón en Olimpia y cuando fuimos campeones te juro que fue una locura la gente en la calle, de lo más lindo que me pasó en la carrera”, manifestó.
En los últimos años Julián Benítez fue llevando su fútbol a clubes de menor calibre, pero en todos dejando buenos recuerdos. “En Resistencia logramos ascender y la gente se portó muy bien conmigo, no es como se dice que la gente ahí te roba, para nada. Son muy buenas personas y todos me trataron con respeto”, detalló.
Por último habló de su actualidad jugando en la Liga Villetana de Fútbol con el club Libertad, allí marchan líderes invictos de su grupo habiendo ganado todos sus partidos y este fin de semana enfrentan a su clásico rival, el Hijos de Mayo. “Estoy en un club serio con una directiva joven que cumple con todo el plantel. Se viene el clásico de visitante este domingo y estoy seguro que lo vamos a hacer muy bien para regalarle una alegría a la gente liberteña que se lo merece”, concluyó.