Si Luis Enrique ha tardado más en imponer su estilo en las huestes francesas, Arne Slot engrandeció el legado de Jürgen Klopp desde que se sentó en el banquillo de Anfield. Ambos lideran con puño de hierro sus respectivas ligas, que tienen ya casi en el bolsillo.
En cierta forma, la eliminatoria afronta al mejor equipo de la primera fase de la campaña contra el que mejores sensaciones ha dejado en las últimas semanas, lo que augura un choque de altura.
El PSG atraviesa el mejor momento de su temporada y, para muchos, el mejor de su historia, con una coherencia futbolística en la que han encajado a la perfección las piezas de figuras de segundo nivel que están haciendo olvidar a las grandes estrellas en las que reposaba el proyecto catarí desde hace una década.
La única zona de sombra del equipo es que la dominación que imponen a sus rivales en lo que va de 2025 no se ha cruzado todavía con un primer espada en buena forma. El City, en plena crisis, es la única presa de quilates que han logrado colgar en su cinturón, lo que atenúa un poco el entusiasmo generado por sus 22 paridos sin derrotas, sus diez triunfos consecutivos, sus 54 goles a favor y, sobre todo, la sensación de superioridad que dejan en cada duelo.
Por eso el duelo contra el Liverpool cobra más todavía el aire de reválida que la ciudad espera con ansia para acabar de entusiasmarse con un equipo que ha conquistado a la grada, encarnado en la arrolladora personalidad de su entrenador que ha terminado por convencer hasta a los más escépticos de que por el camino que él marca hay una ruta que puede conducir al éxito que durante tanto tiempo se les escapa.
Luis Enrique ha conseguido su apuesta de que nadie eche de menos a los Kylian Mbappé, Lionel Messi o Neymar, a base de construir una locomotora que trabaja hasta la extenuación y gracias a que ha encontrado en la figura del denostado Ousmane Dembélé la perfecta punta de lanza de su equipo.
El exbarcelonista, de 27 años, colocado en el puesto de ‘9', se ha destapado como un fiable anotador y totaliza ya 26 dianas, seis de ellas en la Liga de Campeones, más que ninguna otra de su carrera y simboliza bien la metamorfosis del equipo. Fue él quien a principios de temporada expresó sus dudas sobre la ruta propuesta por Luis Enrique, que le castigó durante algún partido y que ahora disfruta de su mejor versión.
Para afrontar al Liverpool, el técnico español cuenta con toda su artillería, aunque todo hace apuntar a que apostará por su once de gala. La única duda está en el extremo derecho, donde el joven francés Desiré Doué, en buena racha, parte con ventaja sobre el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, la única incorporación invernal, que todavía no está al cien por ciento adaptado al equipo.
El Liverpool llega más descansado, al no haber participado en la FA Cup, de la que están eliminados y con un campeonato bien encarrilado, el segundo de las últimas tres décadas, lo que les permite tener los cinco sentidos en la eliminatoria europea.
Solo las situación contractual de tres de sus pilares, Mohamed Salah, Virgil Van Dijk y Trent Alexander-Arnold, que no han renovado, puede distraer al club, aunque por ahora no ha tenido incidencia en su rendimiento, como demuestra que Salah esté camino de la mejor temporada de su carrera, con 30 goles y 22 asistencias entre todas las competiciones, números de Balón de Oro.
Slot tiene pocas dudas respecto al once. Van Dijk y Konaté son fijos como centrales, al igual que Andy Robertson como lateral izquierdo y Alexander-Arnold como lateral derecho.
En el centro del campo, el doble pivote Alexis Mac Allister-Ryan Gravenberch es inamovible y, de la conexión entre el holandés y la defensa dependen muchas de las opciones de los ‘Reds’ de crear juego desde atrás.
Dominik Szoboszlai ejerce de enganche en el carril del ’10', mientras que Cody Gakpo, ya recuperado de unos problemas físicos, estará en la izquierda, Salah en la derecha y arriba jugará Luis Díaz.