El Barcelona, ya matemáticamente clasificado para los octavos de final como primero, alineó a su “unidad B” en San Siro y recibió una respuesta brillante, empujado por los goles de sus jóvenes talentos, con un Ansu Fati que entró en la historia de la Copa de Europa.
Los hombres de Ernesto Valverde se adelantaron gracias a Pérez y, tras recibir el momentáneo empate del belga Romelu Lukaku y sufrir ante la presión de un Inter que se jugaba la vida, resolvió el duelo en el minuto 88 con un golazo de Ansu Fati tras una pared con el uruguayo Luis Suárez.
Valverde hizo experimentos tácticos y apostó por una defensa de tres ‘francesa’, con Todibo que acompañó a Samuel Umtiti y Clement Lenglet y el senegalés Moussa Wague y el español Junior Firpo en los dos carriles. Dio descanso al uruguayo Luis Suárez, que empezó en el banquillo, y juntó al francés Antoine Griezmann y a Carles Pérez.
Tardó un poco el cuadro azulgrana en tener equilibrio con el 3-5-2, un esquema inusual en la gestión de Valverde, ante un Inter que, empujado por 71.000 aficionados en San Siro, atacó con furia en los primeros minutos.
Lautaro sacudió a la defensa con su constante movimiento en la línea ofensiva y Lukaku asustó en el 10 al meta brasileño Norberto Neto, que debutó en la portería del Barcelona en sustitución del alemán Marc-André Ter Stegen. El belga regateó a Umtiti y solo una providencial intervención de Lenglet evitó la tempranera ventaja local.
Se salvó de esa ocasión el Barcelona y tomó poco a poco coraje. Aleñá, titular en el centro del campo junto al croata Ivan Rakitic y el chileno Arturo Vidal, aportó calidad y Carles Pérez y Griezmann pusieron en apuros a la zaga rival con su técnica y velocidad.
Y en el minuto 23, Griezmann, Vidal y Pérez encontraron la combinación ganadora para adelantar al Barcelona. El francés dio un excelente pase al hueco a Vidal en el área, el uruguayo Diego Godín le anticipó, pero el balón llegó a Pérez y éste fulminó al meta esloveno Samir Handanovic con un disparo con la zurda. Fue su segundo gol de la temporada, tras el tanto anotado en agosto al Real Betis en el Camp Nou.
Fue un golpe psicológico para el Inter y el Barcelona tuvo a la media hora de juego una inmejorable oportunidad para ampliar distancias. Lenglet golpeó solo en el centro del área de penalti, pero el balón acabó fuera. Fue un escalofrío para los milaneses, la chispa que les devolvió esperanzas.
Lautaro aportó carácter para sacar de apuros al Inter y, justo al borde del descanso, peleó un balón en el límite del área de penalti y se lo ofreció a Lukaku. El belga remató con la zurda y fulminó a Neto para enviar a los dos equipos a los vestuarios con el 1-1 en el marcador.
Al descanso estaba clasificado el Inter, pues el Dortmund empataba contra el Slavia, pero los alemanes recuperaron la ventaja al comienzo de la segunda parte, lo que volvió a poner presión sobre los milaneses, contra un Barcelona que recuperó brillantez.
Valverde dio frescura a su equipo y sacó para la última media hora a Suárez y al holandés Frenkie De Jong por Griezmann y Rakitic. Su equipo tocó más el balón, pero sufrió cuando Lautaro y Lukaku combinaron en zona ofensiva. Tuvo que aparecer un excelente Neto para negar el gol al belga, primero con una gran parada y luego con una atenta salida.
Pasaba el tiempo y aumentaba la tensión en el Inter. Necesitaban un gol los milaneses y Lautaro lo rozó tres veces. Primero con un brillante “sombrero” a Lenglet y disparo fuera por poco, y luego con dos tiros de “nueve” puro que acabaron con dianas correctamente anuladas por fuera de juego.
El Inter acabó volcándose completamente al ataque y concedió muchos espacios al contragolpe ante un Barcelona en el que saltó al campo Ansu Fati en el minuto 85. Y el talento barcelonista tardó menos de 180 segundos en marcar en uno de los estadios más gloriosos de la historia del fútbol. Lo hizo con una gran pared con Suárez y un disparo ajustado a un poste que silenció a la afición interista.
Ansu Fati, a sus 17 años y 40 días, mejoró el récord de precocidad como goleador en Europa que pertenecía a Peter Ofori Quaye, quien marcó en 1997 a los 17 años y 195 días en un Olympiacos-Rosemborg.