Por Víctor Hugo Bogarín (@diariokue) y Lorenzo Villalba (@loviga69)
En la calurosa noche asuncena del 2 de marzo de 1980, el Olimpia recibía la visita del Malmö FF en el segundo juego final de la entonces Copa Intercontinental de Clubes.
La competencia la disputaban los campeones de la Copa Libertadores de América y el Campeón de la Copa de Europa (Champions League), cuyo campeón en esa edición, el Nottingham Forest, se negó a participar y su lugar fue ocupado por el vice, el Malmö FF de Suecia.
EN LA LEJANA SUECIA. Recordemos que la competencia para definir al mejor club del mundo se jugaba a partidos de ida y vuelta; el primer juego de ida se había disputado un 18 de noviembre del año anterior en Suecia, bajo nieve, un clima inhóspito para los paraguayos; en aquella ocasión, el Franjeado, dirigido por Luis Cubilla, obtuvo una importante victoria por un gol convertido por Evaristo Isasi Colmán a los 40' del primer tiempo, en una corrida de casi 40 metros, eludiendo al portero sueco y colocando el balón a una esquina.
En la vuelta, en Asunción, ante 47 mil espectadores, con goles de Alicio Solalinde (39’ de penal) y Miguel María Michelagnoli (71’), el Decano inscribía su nombre entre los colosos del mundo al ganar por 2 a 1. Olimpia saltó al Defensores del Chaco con Éver Almeida; Alicio Solalinde, Roberto Paredes, Daniel Di Bartolomeo, Flaminio Sosa; Carlos Alberto Kiese, Carlos Yaluk (+) Luis Torres, (capitán), Osvaldo Aquino; Hugo Ricardo Talavera (cap.) y Evaristo Isasi y dirigidos por Pedro Cubilla, hermano de Luis. Ingresaron M.M. Michelagnoli por Talavera y R. Delgado por Yaluk. Ingemar Erlandsson empató parcialmente a los 46’. El presidente Osvaldo Domínguez Dibb.
ANÉCDOTA DE PAREDES. ”Antes del viaje a Suecia, los muchachos querían cobrar el premio de la Libertadores, queríamos cobrar antes del viaje, y Osvaldo (Domínguez) nos alargaba. No había caso, entonces en un momento dado me levanté y le dije a los muchachos que si es por mí, yo juego gratis. No sabemos cuándo jugaremos un partido así. Quién sabe si cuántos años pasarían para volver a jugar una final mundial. Y ahí entre todos nos pusimos de acuerdo”, recordó Roberto Paredes.
Ernesto Luis Torres: “Es lo más grande”
“Ernesto Luis Torres Torreani” nos aclara su nombre completo cuando le hablamos en el celular y le preguntamos: “¿Con el señor Luis Ernesto Torres?”. “Es una satisfacción muy grande, es lo más grande que un futbolista puede lograr: Ser campeón del mundo y Olimpia es el único equipo paraguayo en lograrlo”, señaló el exquisito volante franjeado, que quedó como capitán (al ser cambiado Talavera) recibiendo la Copa Intercontinental.
“Trabajamos para eso; primero el objetivo era la Libertadores y luego vinieron los demás”, dijo citando además la Interamericana y la Intercontinental obtenidos por el Decano en una gloriosa época. Consultado sobre la intención de desmeritar el título, señaló que simplemente “es la envidia, lo que vale es el título y lo que dice la FIFA”.
Almeida: “Ese año Olimpia ganó todo”
Desde Ecuador, Éver Hugo Almeida respondió al diario Última Hora sobre esta importante conquista: “Como decimos los viejitos: ‘Parece que fue ayer’ y hace tanto tiempo ya de eso tan lindo, tan importante, tanta novedad había, con un grupo de jugadores que queríamos ganar todo y lo conseguimos en base de mucho esfuerzo y disciplina; con una dirigencia y cuerpo técnico que sabían lo que hacían”.
“Lindo recuerdo, tanto el viaje a Suecia como la revancha a Asunción; en principio no se le daba tanta importancia a lo que se estaba jugando y recién ahora es tan relevante lo obtenido. Ese año fue el año que Olimpia ganó todo, todo lo que se le presentó”. Finalizó felicitando a sus “compañeros, a toda la gente de Olimpia. Recordar es vivir, dice y así estamos”.