En una carta dirigida al presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, y al de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, alertan de que este tipo de agresiones e insultos “no son casos aislados”, pero que, por la falta de información sobre las incidencias y protocolos de respuesta, la mayoría de estos casos “pasan desapercibidos y no se denuncian”.
“La violencia de género no es un asunto privado y necesita ser tratado con el mismo protocolo que las agresiones e insultos racistas”, reclamaron en la misiva los 70 eurodiputados que la firman.
En el ámbito del racismo, la FIFA cuenta con un código disciplinario que recoge medidas como multas o celebración de partidos a puerta cerrada tras un incidente discriminatorio, mientras que la UEFA promueve iniciativas a través de su campaña “No al racismo”, que la propia organización califica como “una prioridad”.
Los europarlamentarios alertaron de que las condenas públicas de las autoridades deportivas o los propios clubes cuando se producen episodios sexistas son “prácticamente inexistentes” y atribuyen esta falta de concienciación a una “subestimación del problema”.
“Aceptar y tolerar estas actitudes refuerza el papel de los agresores, promueve la tolerancia contra estos delitos y extiende la sensación de impunidad”, señalaron los eurodiputados, que urgieron a Infantino y Ceferin a denunciar “pública y firmemente” los casos de sexismo y violencia contra la mujer en el fútbol.
Los legisladores sostuvieron que sería “de la máxima importancia” que ambas instituciones deportivas impulsaran una campaña de concienciación pública para establecer un protocolo que luche contra el sexismo en el fútbol. EFE