El anuncio estuvo a cargo del ministro de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) peruano, Eduardo Ferreyros, quien destacó la importancia del evento por su carácter internacional y por su alcance mediático, con aproximadamente de 1.200 horas de transmisión en 190 países.
Ferreyros explicó que esta decisión corresponde a la estrategia de promoción turística del gobierno peruano, orientado al mercado asiático, pues “el 40% de la audiencia interesada en el evento son países asiáticos”.
La intención del Perú se hizo oficial a través de una conferencia de prensa donde también estuvieron presentes el ministro de Cultura, Salvador del Solar, y el presidente del Instituto Peruano del Deporte, Oscar Fernández.
Ferreyros añadió que para el evento se está creando un comité multisectorial “con un año de anticipación”, que estará conformado por Instituto Peruano del Deporte, Ministerio de Cultura, Mincetur, la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio del Interior lo que “garantizará el éxito del evento”.
Según precisó Fernández se espera obtener un beneficio de 300 millones de dólares en actividades como alojamiento, comida, transporte, compras diversas, entre otros rubros.
La realización del Dakar en el Perú ya fue motivo de críticas por las escasas medidas de seguridad sobre el patrimonio arqueológico, tal y como denunció en 2012 y 2013 la asociación civil María Reiche.
Según indicó la asociación, tras el paso de la carrera los famosos geoglifos de Nazca quedaron con “múltiples huellas de vehículos”.
Para evitar este tipo de sucesos, Del Solar explicó que están trabajando al detalle y “con mucha anticipación para que se cuente con la seguridad de que el patrimonio peruano estará debidamente protegido”.
En ese sentido explicó que se creará un circuito y se intensificarán los esfuerzos para informar debidamente a los participantes sobre cuáles serán los espacios por donde se puede y no se puede circular.
El Dakar 2018 acogería a 750 competidores, entre ellos a 40 representantes peruanos. EFE