Por Alcides Benítez - Twitter: @alcyBenitez
Analía Martínez Lezcano está rompiendo rancios paradigmas en el básquet masculino al frente del equipo principal del Deportivo Capiatá, que hace una semana vivió su bautismo de fuego ante los reyes nacionales de esta disciplina: Olimpia Kings.
La entrenadora asuncena se encarga de traspasar la elevada valla que nuestra cultura impuso a las mujeres en casi todos los ámbitos de la vida, incluido el deporte. Con el respaldo incondicional de su esposo (Rubén Lezcano) y la motivación de su hijo de 8 años, se entrega a tiempo completo a esta actividad.
En la actualidad lidera un plantel de casi 20 jugadores con la misión de construir una estructura, fortalecer y conducirlo hacia los sitiales de privilegio.
“Nosotros estamos a puro pulmón, no hay algo fijo que yo tenga como director técnico. Soy una apasionada por este deporte, me encantó desde siempre”, valoró en una entrevista exclusiva con D10. “Soy una mujer de fe y me gustan los desafíos. Así empezó este sueño que se convirtió en una meta”, resaltó.
Después de transitar junto al equipo por el sinuoso camino de la Formativa (2014) y el Ascenso (2015), en su cuarta temporada en la institución llegó el momento de ir por más. Tras quedar libre en la primera jornada, el pasado 28 de marzo dirigió la presentación absoluta de Capiatá en el Metropolitano de Básquet Masculino de Primera División.
EL DEBUT: “EL ENTORNO JUEGA UN PAPEL MUY IMPORTANTE”
En un duelo disparejo, parecido al de David y Goliat, el chico inició con un doble frente a Olimpia, pero en poco tiempo se sintió rebasado y terminó como carne de cañón de un rival con exceso de laureles (142-50). “Se vivió con mucho nerviosismo, pero estos muchachos tienen una capacidad grandiosa de hacer mucho más de lo que hemos demostrado en ese partido”, sostuvo al respecto.
“Es un equipo muy nuevo y la cuestión del entorno juega un papel muy importante. Los medios empezaron a decir que somos el benjamín y la cuestión psicológica trabaja”, apuntaló la profesional de 32 años quien también imparte los preceptos tácticos iniciales a los “Mini” del Deportivo Capiatá, la categoría infantil que entrena desde esta temporada.
Analía es consciente que la casta se construye a base de sacrificios y en el campo de batalla. Su segundo rival de este lunes es Libertad, otro transatlántico del circuito que exigirá una tripartita de buen juego, coraje y acierto con la canasta. “Vienen rivales pesados en estos primeros partidos, pero está bien porque a través de eso nosotros aprendemos y podemos mejorar”, manifestó.
FALTA DE EXPERIENCIA, ILUSIÓN Y FE: “AL QUE CREE TODO LE ES POSIBLE”
La fundación de un equipo implica trabajar todo desde cero. En tanto que se llena el vacío, está claro que en esta faceta se fortalecen otras cualidades para reemplazar carencias naturales como la experiencia. “Si uno tiene la oportunidad de ganar un campeonato, puede ganar la ilusión, el juego, la fe, la velocidad, muchos otros factores, más que la experiencia”, dijo.
“Me han dicho algunos entrenadores que al mejor le hace la experiencia. Es muy importante, pero no por eso uno se achica y se siente de brazos cruzados, sin resistir. No por eso frenamos, porque estos muchachos tienen mucho potencial, son explosivos, no demostramos todo todavía”, expresó la egresada en Técnico Superior en Básquet.
Por ahora combinan la preparación física, la estrategia y el trabajo psicológico porque Capiatá “necesita pisar con más fuerza la cancha”, con lo que piensan hacer realidad las tardes felices, y porque no en un futuro cercano, también vivir sus noches de gloria.
“Trabajamos todo por igual. La pretemporada fue parte física, técnico-táctica que ahora estamos reforzando. Unos días antes de lo que es el partido se trabaja la parte emocional, psicológica, a lo que ellos van a enfrentarse”. Su misión es hacer crecer al equipo a imagen de su filosofía de vida y también de juego, que viene de una cita bíblica: “Al que cree todo le es posible”.