Un Chelsea voluntarioso pero impreciso vio como la Juventus empataba un encuentro de Liga de Campeones (2-2) en el que dos disparos desde fuera del área del brasileño Óscar Dos Santos habían adelantado a los locales.
Tras los dos zapatazos del joven brasileño, de 21 años, que parecían haber sentenciado el encuentro a la media hora de juego, el chileno Arturo Vidal recortó distancias con un disparo raso también desde media distancia, mientras que el italiano Fabio Quagliarella aguó definitivamente la fiesta a los aficionados de Stamford Bridge al anotar el empate a diez minutos del final.
Los defensores del título de Champions muestran esta temporada un matiz más ofensivo que el pasado curso, cuando superaron a equipos como el Benfica, el Barcelona y el Bayern Múnich con un estilo basado en contraataques guiados por la potencia física de Didier Drogba.
En la liga inglesa, los de Roberto Di Matteo se han adaptado a la perfección a la ausencia del marfileño, retirado al fútbol chino, pero faltaba comprobar cómo se comportan en las grandes citas internacionales, en las que Drogba solía echarse el equipo a la espalda.
El español Fernando Torres se afanó desde el inicio por jugar el papel de líder que le corresponde este año y se erigió como uno de los jugadores más activos del Chelsea en el primer tramo del duelo.
El exatacante del Atlético de Madrid, sin embargo, echó en falta los balones que le sirve habitualmente su compatriota Juan Mata, el cerebro en la zona de creación “blue”, que no ha estado en condiciones físicas óptimas para jugar las últimas semanas y que hoy volvió a quedarse en el banquillo hasta apenas quince minutos antes del pitido final.
Con el “Niño” como referencia en el ataque, el conjunto inglés salió en tromba al campo y se asomó en diversas ocasiones durante los primeros diez minutos al área de Gianluigi Buffon, que hoy cumplía 400 encuentros bajo los palos de la meta de la Juventus.
Las prisas por adelantarse cuanto antes pasaban factura, sin embargo, a los locales, que repetían errores e imprecisiones, y terminaron viéndose obligados a sosegar su juego.
Frente a ellos, los actuales campeones de italia hacían gala de madurez y experiencia y afrontaban el encuentro con pausa, seguros de que dispondrían de oportunidades.
Tuvo la suya el montenegrino Mirko Vucinic a la media hora, pero envió fuera un remate cruzado desde dentro del área que cortó la respiración al público de Stamford Bridge.
El tópico se cumplió en esta ocasión, y el fútbol castigó al equipo que acababa de perdonar una oportunidad clara.
Tres minutos después, el balón llegó a los pies de Óscar, que conectó un zapatazo desde el exterior del área y tuvo la fortuna de que su disparo rebotara en el defensa italiano Leonardo Bonucci.
La pelota adquirió una trayectoria imprevista para Buffon, que no pudo más que observar con impotencia cómo el balón llegaba a la red.
El internacional brasileño, de 21 años, que llegó a Londres este verano procedente del Internacional de Porto Alegre, pareció no quedar satisfecho con que la fortuna hiciera parte de su trabajo y volvió a disparar desde fuera del área apenas dos minutos después.
En esta ocasión trazó un balón bombeado, dirigido a la escuadra derecha de un Buffon que, completamente estirado, se vio superado por la precisión del delantero “blue”.
Aturdida, pero no vencida, la Juve reaccionó en cinco minutos gracias al chileno Arturo Vidal, que disparó raso, también desde la corona del área, y ajustó al palo un balón que entró en la meta del checo Petr Cech tras escurrirse entre las piernas de los defensas locales.
El equilibrio del partido varió ligeramente en la segunda mitad, cuando el Chelsea reculó algunos metros, en busca de la seguridad de su propio campo, mientras que la Juventus se vio obligada a trenzar más jugadas de ataque en busca de un segundo tanto.
La salida al campo de Mata a quince minutos para el final dio un nuevo aire a los “blues”, que comenzaron a crear más peligro, hasta el punto de que el español dispuso de un balón en el interior del área que salió rozando el palo pero que muchos aficionados vieron dentro de la portería de Buffon.
Poco después de la ocasión de Mata, la fatalidad se cernió sobre la defensa del Chelsea, que erró en un pase sencillo y dio la oportunidad a la Juventus para meter un balón vertical hacia el italiano Fabio Quagliarella que, solo ante el portero, equilibró el marcador a diez minutos para el final. EFE