Las apariciones de Isco a lo largo de los noventa minutos fueron clave para el conjunto blanco, que durante muchas fases del choque se atascó ante un rival que no quiso jugar demasiado. El centrocampista malagueño fue rumiando la victoria y con dos fogonazos selló el destino de sus rivales.
Isco apareció en el once pocos días después de la batalla ante el Nápoles gracias a que Zinedine Zidane apostó por hacer rotaciones. Necesitaba dar descanso a algunos jugadores y sentó en el banquillo a James Rodríguez, a Casemiro y a Marcelo. Keylor Navas, Karim Benzema y Luka Modric, ni fueron convocados. Y, Sergio Ramos, con un problema en la cadera, también se quedó en la grada.
Con ese guión, el técnico francés puso siete caras nueves sobre el césped. Casilla, Pepe, Nacho, Kovacic, Isco, Lucas Vázquez y Morata entraron en acción con el objetivo de dar la razón a su entrenador. Apostar por rotar puede ser un golpe de efecto en caso de victoria pero también un duro golpe en caso de derrota.
Hasta el gol de Morata en el minuto 33, el Real Madrid notó alguna de esas ausencias. Aunque en todo momento tuvo controlado el partido, la movilidad del renacido Benzema frente al Nápoles y la astucia de Modric en el centro del campo, se echaron en falta ante un rival que decidió encerrarse en su campo para salir al contragolpe.
Tanto el centrocampista croata como el delantero francés, son jugadores que pueden aportar esa chispa necesaria que en días de atascos a veces desaparece. Y, mientras el Real Madrid andaba buscando el camino del gol, el Espanyol asustó con un fuera de juego ajustado de Gerard Moreno, que tuvo que frenar en seco cuando se quedaba solo delante de Casilla.
Sólo Pepe, con un remate de cabeza tras un córner sacado por Kroos, y Cristiano, ya rozando el minuto 30 con un disparo que se marchó fuera por poco, fueron capaces de inquietar la portería del Espanyol hasta el gol de Morata.
Entonces, apareció Isco, que desde el principio del duelo había mostrado algunos destellos, para explotar definitivamente con un pase perfecto a la cabeza de Morata. El delantero blanco batió a Diego López con un testarazo de manual y, después de 7 suplencias consecutivas, marcó su séptimo tanto en Liga y ya suma 11 dianas en todas las competiciones.
Morata no disfruta de los mismos minutos que otros, pero claramente es un jugador efectivo. Y, esa efectividad, sirvió al Real Madrid para abrir un encuentro enredado que sólo se iba a abrir con un detalle que aportaron Isco y Morata.
Ese tanto tranquilizó al conjunto blanco, que el último cuarto de hora previo al descanso jugó un poco más liberado, aunque solo contó con otra ocasión más y de nuevo en las botas de Morata. Cristiano, mientras, ejerció otra vez un rol diferente, más generoso y grupal, como frente al Nápoles. Parece que el portugués está cambiando su “modus operandi” y se ha convertido en un jugador más combinativo.
Así se llegó al descanso, con un 1-0 escaso y no definitivo, con apariciones esporádicas de Isco y Morata y con las buenas intenciones de Cristiano. No hubo mucho más, el rival y algunas ausencias no invitaban a permitir buen fútbol. Pero, ese tanto, era suficiente.
En la reanudación Quique Sánchez Flores quitó a José Antonio Reyes y sacó a Hernán Pérez. Buscó un poco más de pegada y con el jugador paraguayo, el Espanyol, en algunos momentos, consiguió inquietar al público del estadio Santiago Bernabéu.
Sin embargo, la tónica general siguió siendo la misma. El Real Madrid siguió a lo suyo, completando un partido simplemente correcto pero sin muchas ocasiones. Mucho control y pocas emociones, salvo algún sobresalto con disparos lejanos como los que intentaron Kroos y Casemiro, que sustituyó a Kovacic al principio de la segunda parte.
El tiempo fue pasando y las noticias sobre el césped eran escasas. Éstas se reactivaron con la reaparición de Gareth Bale, que volvió a jugar 88 días después de lesionarse el pasado 22 de noviembre y volvió con un gol marca de la casa en un contragolpe.
Eso sí, lo consiguió impulsado por Isco, de nuevo decisivo con otra asistencia. El aplauso se lo llevó Bale con su sexto tanto del curso pero el mérito, como en el tanto de Morata, fue del centrocampista malagueño.
En ese momento, con la cabalgada y el tanto del galés, se acabó definitivamente el partido. El Real Madrid, sin demasiados alardes, firmó un duelo correcto en el que Isco fue el verdadero impulsor de los goleadores Bale y Morata.
-- Ficha técnica:
2.- Real Madrid: Casilla; Carvajal, Pepe, Varane, Nacho (Marcelo, min. 81); Kroos, Kovacic (Casemiro, min. 61), Isco; Lucas, Morata (Bale, min. 71) y Cristiano.
0.- Espanyol: Diego López; Diego Reyes, Duarte, David López, Aarón; Javi Fuego, Diop, Jurado (Álvaro, min. 82), Piatti, Reyes (Hernán Pérez, min. 46) y Gerard Moreno.
Goles: 1-0, min. 33: Morata; 2-0, min. 83: Bale.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró cartulina amarilla a Gerard Moreno (min.28), Javi Fuego (min. 53), Diop (min. 68) y Aaron (min. 88) por parte del Espanyol y a Kovacic (min. 41), Isco (min. 48) y Casemiro (min. 83) por parte del Real Madrid.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima tercera jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 75.606 espectadores. EFE.