El Tottenham Hotspur anunció este martes unas pérdidas en el último año fiscal, el que discurrió entre junio de 2020 y junio de 2021, de 80 millones de libras (90 millones de euros).
Eso ha provocado que la deuda total del club haya aumentado de 605 millones de libras (717 millones de euros) a 706 millones (820 millones de euros).
Este ejercicio económico, que se extendió desde junio de 2020 a julio de 2021, estuvo marcado por los partidos jugados a puerta cerrada debido a la pandemia, lo que provocó que los ingresos por día de encuentro, que contabilizan venta de entradas, de merchandising y de comida y bebida, cayeran a 1,9 millones de libras (2,1 millones de euros). Esto supone un descenso significativo desde los 94,5 millones de libras (105 millones de euros) que se contabilizaron entre junio de 2019 y junio de 2020.
Además, los ingresos totales de los ‘Spurs’ descendieron desde los 400 millones de libras (440 millones de euros) del ejercicio anterior hasta 361 millones de libras (400 millones de euros), pese a que los ingresos televisivos prácticamente se duplicaron hasta 184 millones de libras (200 millones de euros).
El dueño del Tottenham, Daniel Levy, dijo en un comunicado que estos resultados financieros reflejan el “duro tiempo” que ha supuesto la pandemia y el impacto que ha tenido cuando el club apenas había inaugurado su nuevo estadio menos de un año antes.
“Pese a esto, nuestro objetivo es claro, generar ingresos para invertir en nuestras actividades futbolísticas”, añadió Daniel Levy.