Verónica Cepede Royg, de 26 años -nació el 21 de enero de 1992 en Asunción, capital de Paraguay-, es la jugadora número 1 de su país y una de las dos latinoamericanas que están entre las 100 primeras de la clasificación WTA, pues se presentó ocupando el puesto 86 en La Manga Club, donde se disputó el enfrentamiento ante el equipo español.
Allí, una vez finalizada la serie con sendas derrotas frente a Carla Suárez, la número 23 del mundo, y Muguruza ha manifestado que fue “una semana muy linda, en la que nos acogieron muy bien y nunca nos faltó nada, por lo que estamos agradecidos a la gente de La Manga Club”.
En declaraciones a la Agencia EFE, Cepede, ganadora de 14 títulos ITF y que se proclamó campeona en los Juegos Sudamericanos de Medellín en el año 2010 ha lamentado no haber desplegado su mejor tenis en tierras murcianas.
“Yo no rendí al 100%, pero no era fácil hacerlo ante la número 3 y la 25, aunque la verdad es que tenía más expectativas. Al menos, como equipo le complicados a España y sacamos un punto al final con el partido de dobles”, ha dicho.
La guaraní fue olímpica en Londres 2012 y en Río de Janeiro 2016 y accedió a la cuarta ronda en Roland Garros en 2017 como resultado más destacado en un torneo del Grand Slam, lo cual le hizo llegar al puesto 73 de la WTA el pasado mes de agosto.
Entre sus objetivos está el de superar ese tope y su entrenador, Ramón Delgado, apuntó hace unos días que la esperaba entre las 50 primeras jugadoras del mundo ya este año.
“Puedo rendir bastante bien en este 2018 tras haber sido la jugadora 73 del mundo en 2017. Me veo con posibilidades y lo más complicado es ser consistente, pues me costó entrar en el top 100, una barrera, y ahora es difícil mantenerse. Para ello voy a entrenar más duro y levantar cabeza con la idea de seguir mejorando”, ha indicado.
Cepede, quien ha asegurado que “una mujer sólo puede vivir del tenis si llega al top 100, pues eso te da la posibilidad de cobrar desde 40.000 dólares para salvar el año” se ha referido a la dificultad que entraña la vida de una tenista.
“Hay muchos gastos, pues no se puede viajar sola por el mundo ya que es un deporte que requiere de entrenador y fisioterapeuta y en el que la soledad no ayuda”, ha contado.
En ese sentido ha afirmado que “en Sudamérica falta apoyo al tenis”.
“En Paraguay yo recibo ayuda del Gobierno, pero no es suficiente para ser tenista profesional, pues los costes son muy altos para competir y eso tiene algo que ver en que sólo haya dos jugadoras de esta latitud -la brasileña Beatriz Haddad Maia, en el puesto 63; y la propia Cepede- entre las 100 primeras del mundo”.
Por detrás vienen algunas jóvenes, como la colombiana Emiliana Arango, que vienen apretando y esta jugadora le venció recientemente en dieciseisavos de final del torneo de Bogotá.
“Es una júnior de 17 años que tiene todos los golpes y viene jugando bien. Es positivo que se asomen a la élite más tenistas en Sudamérica. A mí me ganó a 2.700 metros de altura y, aunque no quiero quitarle mérito, eso a mí no me favoreció y Bogotá ya es un torneo que tengo cancelado en mi calendario de cara al futuro”, ha comentado.
Todas ellas aspiran a acercarse, en la medida de lo posible, a otra chica nacida en Sudamérica, concretamente en Caracas, como es la hispano venezolana Garbiñe Muguruza.
“Garbiñe es una jugadoraza y una referencia también para el tenis latinoamericano y ojalá haya más Muguruzas”, ha declarado sobre ella Cepede.
En Paraguay el ministro de Deportes es un ex tenista, Víctor Pecci, quien llegó a ser finalista en Roland Garros en 1979, lo cual podría ser buen para el deporte de la raqueta. Al respecto, Cepede ha señalado que “Pecci tendrá que dar cabida a todos los deportes, aunque él sabe del apoyo que necesita el tenis en un país en el que un golfista -Fabrizio Zanotti- y yo fuimos los que más rendimos últimamente”.
En Paraguay, el tenis femenino está “por delante” del masculino, aunque le queda mucho por caminar.
“El nivel es bastante bajo en cuanto a infraestructura en general en toda Sudamérica si se compara con lo que hay en Europa o en Estados Unidos, donde hay muchos más torneos. A nosotros, además de tenistas, nos faltan entrenadores, directivos y jueces”, ha apuntado. EFE