Pulgar arriba para Julio Manzur y Herminio Miranda. Foto: Santiago Riquelme - D10.
ENVIADO ESPECIAL. Santiago Riquelme - @SantiRiquelme
Una nueva ilusión partía este lunes de Asunción. La ilusión más grande. Olimpia, y toda su gente, emprendían viaje rumbo a Belo Horizonte, Brasil, para la revancha de la final de la Copa Libertadores de América, y el ambiente no pudo ser el mejor.
Antes, durante y después del viaje, el clima fue el mejor. En el avión, los fanáticos franjeados no pararon de cantar y alentar desde que despegó la nave hasta que aterrizó, y los jugadores no se quedaron atrás, ya que a medida que firmaban autógrafos o se sacaban alguna que otra foto, acompañaban con los cánticos.
Jorge Báez y Tomás Guzmán, sonrientes durante el vuelo. Foto: Santiago Riquelme - D10.
SE HIZO ESPERAR. Sin duda alguna que el avión se hizo esperar, ya que en un principio el vuelo estaba marcado para las 14.00, pero recién a las 15.30 despegó la nave.
El clima fue el ideal, los jugadores, tranquilos, escuchando música, con Julio César Manzur como principal dj, se mostraron siempre sonrientes y confiados de cara al gran duelo de este miércoles desde las 20:50 hora paraguaya.
Un vuelo tranquilo y lleno de optimismo. Foto: Santiago Riquelme - D10.
El vuelo fue tranquilo, y en aproximadamente 2 horas, el avión aterrizó en el aeropuerto de Belo Horizonte. De ahí, en bus, y aproximadamente en viaje que duró una hora quince minutos, el plantel llegó al hotel Caesar Bussiness, donde se hospedan.
La esperanza de lograr la cuarta Copa Libertadores es grande y todo queda en manos de los once guerreros que saltarán al Mineirao. Olimpia corre con una ventaja de 2-0 y no quiere defraudar a su grandiosa hinchada.