“Este procedimiento está para mantener la seguridad entre las personas”, dijo Emma Cassar comisionada para Cuarentenas de la Covid-19 en el estado Victoria, en cuya capital Melbourne se disputa el torneo, al advertir de “tolerancia cero” y duras sanciones contra quien intente sortearlo.
Al menos cuatro personas han dado positivo en alguno de los vuelos procedentes del exterior y en que viajaban algunos de los deportistas, que están ahora obligados a pasar las dos semanas de cuarentena sin salir de su habitación y sin posibilidad de entrenar.
A raíz de estos positivos -ninguno de ellos jugador-, 47 tenistas, considerados como contacto cercano con los infectados, deberán de superar un estricto confinamiento, que ha levantado fuertes quejas entre los tenistas.
“Si están en el avión por 16 o 24 horas con el aire que circula dentro de la aeronave, eres considerado un contacto cercano, no vamos a plantear un cambio en esto”, rechazó la comisionada.
Sin embargo, aquellos deportistas que no hayan compartido vuelo con algún caso positivo tienen permiso para salir de su habitación durante 5 horas por día para entrenar, conforme a las reglas del torneo.
Entre el jueves y el sábado, más de 1.000 tenistas y personal de su equipo técnico han llegado a Australia, apuntó Cassar.
Craig Tiley, director del Abierto de Australia, declaró en el canal 9 de la televisión local que el torneo “se disputará sin retrasos” y mantuvo la fecha de inicio el 8 de febrero, al tiempo que admitió que sabían que “existirían este tipo de riesgos” durante la organización de la competición.
Melbourne, que vivió un segundo confinamiento entre julio y noviembre, fue el epicentro de la ola más virulenta de la covid-19 en el país oceánico y cuya propagación fue achacada a fallos de seguridad en los hoteles de cuarentena para las personas procedente del exterior.