El modesto equipo de la capital chipriota prolonga así el sueño europeo que está consiguiendo a base de la solidez impuesta por el técnico serbio Ivan Jovanovic.
El portero Chiotis detuvo dos penaltis en la tanda decisiva y atesoró así un premio para un equipo que apenas tiene 10 millones de presupuesto y que se codeará con los acaudalados clubes del continente.
Con mucha fe en su juego, los chipriotas lograron igualar la eliminatoria desde el minuto 9 gracias al brasileño Manduca y mantuvieron este resultado hasta el final de la prórroga, para jugarse un puesto entre los ocho mejores en la tanda de penaltis.
El Lyon se vio privado así de su quinta participación en los cuartos de final y se marcha de la competición con un partido muy poco brillante.
Clasificados para octavos gracias a una hazaña singular, siete goles logrados en Zagreb, los franceses de Remi Garde no supieron imponer la superioridad que se les suponía sobre el papel.
En la suerte decisiva de los penaltis los chipriotas se mostraron más serenos, frente al nerviosismo de los franceses, una constante a lo largo del encuentro.
Falló primero Lacazzete, autor del gol de la ida, en el cuarto penalti lionés y, posteriormente, el brasileño Bastos firmó la eliminación francesa.
La alegría del Apoel, celebrada ruidosamente por la grada, contrastó con el abatimiento de un Lyon que no logra enderezar una temporada en la que prácticamente está fuera de la lucha por su propia liga y que dice adiós a Europa.
El Apoel fue un huracán de salida que encontró terreno abonado en el manojo de nervios del Lyon, lo que favoreció que los chipriotas lograran el tanto que igualaba la eliminatoria cuando no se habían consumido los diez primeros minutos del encuentro.
Un error de Koné permitió a Charalambides controlar el balón en el área y centrar para que el brasileño Manduca batiera a Lloris.
El gol echó más leña al fuego de la inestabilidad lionesa, que vio el precipicio de la eliminatoria y estuvo durante muchos minutos atenazado.
Apenas se acercaron los franceses al área rival y, aunque con el paso de los minutos se hicieron con el control del juego, las pocas ocasiones que se procuraron no llevaron un peligro que acallara a la ruidosa grada chipriota.
Al contragolpe, sin embargo, el conjunto de Jovanovic alimentó la esperanza local y obligo a Lloris a lucirse.
Tras el descanso, el ímpetu del Apoel acabó por descoser a un deslavazado Lyon que estuvo a merced del modesto rival.
A los 55 minutos los locales pudieron aumentar la renta en una jugada a balón parado lanzada por Manduca y que Cissokho estrelló contra su propio larguero.
Solari desperdició otra ocasión clara en el minuto 71 tras una buena jugada de Charalambides y los chipriotas buscaron el tanto hasta el último suspiro del segundo tiempo.
En la prórroga la fatiga se dejó sentir en el equipo chipriota y el Lyon pareció recuperar el resuello, pero no el talento, por lo que todo su peligro llegó en forma de balones parados, esencialmente de córneres.
Pero la imprecisión les privó de la recompensa incluso en los cinco últimos minutos de la prórroga, cuando la expulsión de Manduca dejó a los chipriotas con un efectivo menos.
El encuentro estaba predestinado a disputarse en la suerte máxima que fue favorable a los chipriotas. EFE