Tras experimentar la primera derrota del curso el miércoles en Birmingham ante el Aston Villa, los del técnico belga Vincent Kompany tenían ante sí el reto de renovar las buenas impresiones mostradas en el arranque de curso frentee a un rival que llegaba embalado al envite.
Con el veterano Thomas Müller de inicio en reemplazo del genial Jamal Musiala, saltó al Deutsche Bank Park convencido de ello el combinado bávaro, menos vertical sin el mediapunta pero más ordenado y ya en el primer minuto, tras una jugada personal por la derecha de Raphael Guerreiro, pudo adelantarsee en el marcador, pero la finalización de Michael Olise no encontró puerta.
Desde el arranque, el campo se inclinó a la mitad del Eintracht, forzado a realizar una disposición contra natura de su propio estilo. Los de Dino Töppmoller no daban a basto para taponar las incontables incursiones de los incisivos jugadores de banda del Bayern.
El gol era cuestión de tiempo y este llegó al cuarto de hora. Un córner servido desde el costado zurdo lo bajó Müller al suelo con delicadeza y maestría para ofrecérselo al surcoreano Kim Min-jae, que fusiló desde dentro del área.
Seguían arreciando las oportunidades. El Bayern, por medio de Gnabry y Müller, tuvo a su alcance la opción de aumentar la ventaja, pero en lugar de ello se encontró con el inesperado empate de su oponente, que a la primera que los de Kompany les dejaron correr, lo castigaron sobremanera.
Un pase a la espalda de la defensa del extremo alemán Ansgar Knauff fue aprovechado por el máximo goleador del inicio de Bundesliga, el propio Omar Marmoush, que definió con gran instinto ante la media salida de Neuer.
El tanto no alteró el plan del Bayern, que continuaba moviendo el balón y presionando para tratar de desarticular el entramado defensivo improvisado por el Eintracht. Una recuperación en campo contrario continuó con un pase a Müller que lo dejó solo ante el meta brasileño Kaua Santos, pero este triunfó en el mano a mano.
Y, como en la ocasión anterior, a un fallo de Müller le siguió otro tanto de las Águilas. Una carrera larguísima de Marmoush, en la que superó en el duelo individual a Upamecano con suma facilidad, convergió en un pase de la muerte que remachó Ekitiké.
El irregular central francés se redimió en la siguiente acción, cuando, después de una jugada de Gnabry remontando línea de fondo, le cayó en el corazón del área, tras dos rebotes de semifallos, un esférico que empujó al fondo de la red.
Con las espadas en todo lo alto se llegaba al descanso de la contienda en Fráncfort, aunque el paso por los vestuarios no varió la dirección del encuentro.
El hexacampeón de Europa continuaba encerrando a los locales en su mitad de cancha, y en una de esas embestidas volvía a adelantarse en el luminoso. Otro esférico robado en cancha contraria, dio lugar a un pase de Harry Kane, inédito hasta entonces y que poco después se marcharía lesionado, a Olise, que, con destreza tras driblar a Dahoud, definió al palo largo de la portería.
En la siguiente jugada a punto estuvo de quebrar el duelo, pero la sorpresiva falta lanzada por Kimmich desde la banda izquierda, cuando todo el mundo esperaba un centro al área, la sacó sobre la línea de meta el portero brasileño.
Los bávaros templaron el ritmo del choque ante la revelación de la Bundesliga. El Eintracht, fatigado por el derroche físico, ya no luchaba las disputas como en el primer tiempo y el bloque de Kompany comenzó a contemporizar con el cansancio de los de Töppmoller.
Un chutazo de Coman desde fuera del área fue atajado por la silueta de Santos, muy solvente durante toda el partido. Uno de sus saques tras un córner a punto estuvo de alcanzar a Marmoush, pero fue cortado por Neuer.
Cerca del final llegó otra clara opción para que ‘Die Adler’ forzaran el empate, cuando un gran pase en profundidad dejó liberado en la banda derecha al danés Kristensen, pero a su intento de asistencia en boca de gol no llegó por los pelos el francés Ebimbe.
Cuando todo parecía resuelto, emergió de nuevo la figura de la tarde. Ante la adelantadísima defensa del Bayern, un oportuno pase de cabeza de Ebimbe se coló entre los centrales para dejar libre a Marsmoush, para que este emprendiera la carrera y asestara la puntilla final.
El equipo de Kompany dio un último arreón a la desesperada, pero su intento fue infructuoso y encadena su tercer partido consecutivo sin conocer la victoria, desaprovechando la oportunidad de empezar a marcar territorio que le habían brindado Leverkusen y Dortmund.