El 24 de junio, pero del 2007, Sportivo Luqueño vencía a Tacuary por la mínima diferencia con una solitaria conquista de Julio Ortellado y expandía el júbilo de felicidad por la toda la República.
La victoria agónica, efectuada gracias a ese golpe del cabeza a solamente tres minutos de finalización, daba un título anhelado como merecido al equipo dirigido por Miguel Zazhú.
Con este logro, el elenco auriazul alcanzaba dos récords históricos en el : acumuló 16 partidos seguidos sin perder y encadenó 9 triunfos consecutivos.
El equipo estaba compuesto por nombres muy conocidos como los de Juan Cardozo, Jorge Núñez, Julio Ortellado, , Maximiliano Biancuchi, , Mario Villasanti, Néstore Ayala, Juan Abente, Robert Servín, Iván González Ferreira, entre otros.
Después de esta vuelta olímpica, que tardó 54 años en volver a producirse, Sportivo Luqueño estuvo lejos de la pelea por nuevo título y en las últimas temporadas guardó un coqueteo muy intenso por el descenso de categoría.
Además, sus 99 años de vida institucional, celebrada el pasado 1 de mayo, lo encontró en una profunda crisis, que golpea en todos los ámbitos y que por el momento lo impide proyectarse hacia mejores horizontes.