El RB10 se pasó todo el día en el garaje, con los mecánicos intentando solucionar los problemas que llevaron a Sebastian Vettel a detenerse en su primer giro.
“En estos momentos tenemos, obviamente, varios problemas que estamos solucionando. No es la mejor situación, pero no podemos cambiarla. Todos estamos supermotivados para arreglarlo, pero esto no sucedió hasta ahora”, se lamentó el piloto alemán.
Vettel confía en que todo cambie este domingo, en la última jornada de ensayos en el circuito de Sakhir. “Esperamos tener mañana un mejor día y luego un comienzo decente en Melbourne, pero a estas alturas la fiabilidad es todavía un gran interrogante. Es difícil decir cuanto podemos tardar en hallar remedio”, afirmó.
“Algunas cosas irán mejor”, dijo, “por la razón de que en dos semanas tendremos nuevas partes del coche. Aquí tuvimos muchos problemas, porque algunas piezas no estaban disponibles. No rodamos mucho, pero lo poco que lo hicimos fue prometedor”. EFE