La tragedia ocurrió el 8 de diciembre de 1987 a las 20:05 horas locales, cuando el Fokker F-27 que trasladaba a la delegación de Alianza Lima desde la amazónica ciudad de Pucallpa se estrelló en el océano Pacífico al intentar aproximarse al aeropuerto de Lima en la oscuridad de la noche.
Solo se salvó el piloto, Edilberto Villar, quien a sus 29 años atravesó dificultades para aterrizar la aeronave a causa de un fallo mecánico que le impedía constatar si el tren de aterrizaje estaba operativo. El conjunto blanquiazul venía de ganar en ese día al Deportivo Pucallpa por 0-1 con gol de Carlos Bustamante, lo que le servía para mantenerse líder de la liga peruana, pero la tragedia lo mermó con tanta dureza que en las últimas jornadas se vio superado por el Universitario de Deportes, su eterno rival.
En las frías aguas que bañan la costa limeña se perdió una generación de futbolistas conocida como los “potrillos”, donde destacaban Luis Escobar, Carlos Bustamante, Gino Peña, César Sussoni, Daniel Reyes, Alfredo Tomassini, Aldo Chamochumbi, Milton Cavero, Ignacio Garretón y José Mendoza.
También perecieron otros jugadores más experimentados como José Casanova, Tomás Farfán, Johnny Watson, William León y el emblemático portero José ‘Caíco’ Gonzales Ganoza, tío de Paolo Guerrero, actual capitán y máximo goleador histórico de la selección peruana.
No todos fallecieron en el choque con la superficie marina, pues algunos aguantaron con vida las primeras horas en el agua gélida y en la oscuridad de la noche hasta que perdieron las fuerzas, como Tomassini, según relató posteriormente el piloto.
Solo se salvaron cinco jugadores, entre ellos Juan Reynoso, actual asistente técnico del Puebla mexicano, quien no viajó porque estaba lesionado, además de César Espino, que había sido expulsado en el partido anterior, y Benjamín Rodríguez, Juan Illescas y Arturo Guadalupe, descartados por el entrenador para jugar en Pucallpa.
A Alianza le costó toda una década recuperarse del golpe, pues tardó diez años en volver a ganar una liga peruana, cuando lo hizo nuevamente en 1997.
En ese tiempo destacó la solidaridad del Colo Colo chileno, que de manera altruista cedió a los blanquiazules un grupo de jugadores como José Letelier, Parko Quiroz, Francisco Huerta y René Pinto. Al mismo tiempo, algunos símbolos de Alianza Lima como Teófilo Cubillas, César Cueto y José ‘el Patrón’ Velásquez volvieron a ponerse la camiseta blanquiazul a pesar de que ya se habían retirado.
La selección peruana también se vio afectada por la tragedia pues para entonces ya integraban sus convocatorias Bustamante, Reyes y especialmente Escobar, quien falleció con 17 años. Ellos eran el futuro del combinado peruano, que se había quedado a las puertas de jugar el Mundial de México 1986.
La tragedia todavía está muy presente en el recuerdo de los peruanos, y hace tan solo tres años se estrenó en los cines del país la película “F-27", que recrea las numerosas leyendas urbanas, especulaciones y conspiraciones surgidas sobre lo ocurrido con las víctimas del accidente y las causas que lo motivaron. La versión oficial, gracias a una investigación periodística realizada en 2006, señala que el avión sufría fallas técnicas y el piloto tampoco estaba preparado para volar por la noche, lo que unido a una sucesión de fatídicos acontecimientos desencadenó en la mayor tragedia del fútbol peruano. EFE
