El número dos del mundo y segundo favorito el certamen, Rafael Nadal, subrayó su superioridad en tierra ante el francés Gilles Simon por 6-3 y 6-4, y no faltará a la cita con la final del Masters 1000 de Montecarlo, que de esta manera alcanzó por octavo año consecutivo, y en la que enfrentará al serbio Novak Djokovic, primer cabeza de serie.
El tenista balear, que sumó su triunfo 41 sobre la pista de Montecarlo, fue de menos a más a lo largo de esta competición. Ante Simon ofreció, por momentos, su mejor versión. Y acabó por solventar el partido después de una hora y 50 minutos.
Nadal se aferró a su saque para sacar el partido adelante. Solventó cada uno de los contratiempos que tuvo. Simon amenazó el servicio del español en siete ocasiones. Pero no aprovechó ninguna. El balear, sin embargo, rompió una vez en cada manga y le sirvió para ganar el duelo sin excesivos problemas.
Rafael Nadal, que fue mejor en los momentos importantes del enfrentamiento, estará por octava vez seguida en la final de Montecarlo. Aspira a acumular ocho éxitos también del tirón. Algo sin precedentes en el torneo. Su adversario será el serbio Novak Djokovic.
El número uno del mundo necesitó tres sets para doblegar al checo Tomas Berdych. Al final, el tenista de Belgrado se impuso por 4-6, 6-3 y 6-2 y afronta un nuevo intento por conquistar por primera vez en su carrera este torneo.
Montecarlo ya tiene la final deseada. Será el trigésimo primer enfrentamiento entre las dos mejores raquetas del circuito. Nadal ganó dieciséis de los partidos. Catorce han terminado del lado de Djokovic, que se ha impuesto en los siete últimos, todos ellos en finales.
De hecho, Nadal, que ya ganó en Montecarlo a Djokovic, en el 2009, en la única ocasión en la que el serbio alcanzó esta final, no vence desde el torneo de Maestros del 2010.
EFE