Ferrer sobrevivió al gigante Raonic, uno de los cañoneros del circuito, amarrándose a la pista, defendiendo con uñas y dientes su servicio y alargando las dos mangas hasta los desempates.
Ambos tenistas fueron incapaces de romperse el saque durante todo el partido. Raonic ganaba su servicio con relativa facilidad y el español sufría algo más con el suyo.
Hasta siete bolas de rotura dispuso el canadiense de origen montenegrino. Ferrer tuvo otras cuatro, pero ninguno de los dos pudo poner tierra de por medio.
Así que el duelo se resolvió en sendos desempates. En el primero, el español se puso 6-0 arriba para cerrarlo, en un visto y no visto, por 7-2. En el segundo, la igualdad se mantuvo hasta el 3-3, pero Ferrer también jugó mejor los puntos decisivos y volvió a llevárselo por 7-5.
El sexto jugador mundial espera ahora rival en su cuarta final. Podría ser el mismo tenista que le privó de la victoria en 2008, 2009 y 2011, su compatriota Rafael Nadal, o el también español Fernando Verdasco, que se medirán en la otra semifinal de la jornada. EFE