Paul, de 28 años, no podrá estampar su firma de manera oficial hasta el próximo 10 de julio, pero los Clippers ya tienen asegurado a otro jugador franquicias después que el año pasado lo hicieron con el ala-pívot Blake Griffin por cinco temporadas y 95 millones de dólares.
El propio Paul a través de su cuenta de Twitter escribió que “estoy dentro. ClipperNation”.
La llegada a los Clippers del nuevo entrenador y vicepresidente de operaciones, Doc Rivers, fue decisiva para que Paul despejase las dudas que tenía sobre su continuidad y estudiase la posibilidad de irse a los Hawks de Atlanta, donde podría haberse reunido con el pívot Dwight Howard, su gran amigo, que todavía no sabe si va a continuar con Los Lakers de Los Ángeles.
Paul, dos veces ganador de la medalla de oro con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Verano, la pasada temporada logró con los Clippers su primer título de la División del Pacífico y en dos años que lleva en la franquicia angelina desde que fue traspasado por los Hornets de Nueva Orleans la ha transformado de perdedora en ganadora.
Los Clippers han llegado a las series de eliminación en ambas temporadas, y alcanzado la segunda ronda en 2012 y tuvieron marca de 56-26 la pasada temporada, el mejor récord de su historia, aunque fueron eliminados en la primera ronda de la fase final por los Grizzlies de Memphis.
Paul logró promedios de 16,9 puntos; 9,7 asistencias y fue líder de recuperaciones de balón en la NBA con 2,4 por partido, además de ser nombrado Jugador del Mes en diciembre, cuando los Clippers tuvieron marca perfecta de 16-0.
El base estrella de los Clippers jugo las primeras seis temporadas de profesional con los Hornets, ahora convertidos en los Pelicans, antes de que fuera traspasado a los Clippers.
Una operación que fue posible después que el comisionado de la NBA, David Stern, actuando en representación de la organización que poseía la propiedad del equipo, bloqueó el traspaso que anteriormente habían logrado los Lakers para quedarse con Paul y enviar a Nueva Orleans al ala-pívot español Pau Gasol y al alero Lamar Odom.
La pasada temporada, Paul se perdió doce partidos con una molestia en la rodilla y jugó un mínimo personal de su carrera de 33,4 minutos por encuentro.
A pesar de no estar en su mejor condición física quedó segundo de la liga en la faceta de asistencias y primero en proporción de asistencias-pérdidas de balón.
Paul también ganó el premio de Jugador Más Valioso (MVP) del Partido de las Estrellas disputado en Houston y concluyó en el cuarto puesto para la votación de MVP de la liga.
El base estelar formado en Wake Forest es también uno de los jugadores más populares de la liga, sirviendo de ejecutivo del Sindicato de Jugadores. EFE
