El Sportivo 2 de Mayo cayó en condición de local por 0-2 ante Cerro Porteño, en el lance de la fecha 14 del torneo Apertura, disputado en el estadio Río Parapití de la Ciudad de Pedro Juan Caballero. Los tantos de Diego Churín y Fernando Fernández, le dieron su quinta victoria al cuadro de Manolo Jiménez, pero los norteños quedaron molestos por puntuales determinaciones del árbitro Mario Díaz de Vivar.
En una de las acciones, Domínguez tira un manotazo a Federico Carrizo y el juez, tras ser llamado por el VAR, determinó la expulsión del jugador local a los 29 minutos de la primera fracción.
Hugo Romero, presidente del club, fue el primero en conversar con Fútbol a lo Grande y dijo que la acción no merecía tal castigo y que hubo una actitud premeditada de parte del colegiado. “El árbitro vino para expulsar a uno de los jugadores, eso se notaba claramente. Esa acción no era para roja, uno tiene que saber donde estamos y en qué club estamos. Cerro tiene un equipo muy bueno, no necesita de este tipo de ayudas”, expresó el directivo en la 1080 AM.
Por su parte, Felipe Giménez, entrenador del equipo, contó que el árbitro amenazaba constantemente con expulsar y que la determinación del juez terminó manchando el espectáculo. “Uno termina con bronca, no había necesidad de marcar el partido de esa manera.(…) Es injusto y duele esto”, dijo el DT en la misma emisora.
Con relación a la expulsión, Giménez sostuvo que la acción correspondía una amarilla para ambos jugadores y continuar el encuentro. En el mismo sentido, Javier Domínguez, protagonista de la mencionada situación, dijo que la acción de la inercia, producto del empuje de Carrizo, hizo que termine tirando el manotazo y que la jugada no merecía la roja.