Las negociaciones mantenidas durante meses se han roto al no haber llegado a un acuerdo entre el consorcio, en el que está involucrado el príncipe de la corona de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, y el club.
“El proceso se ha prolongado sin fin a la vista y el acuerdo comercial entre el grupo inversor y los propietarios del club ha expirado, además de que nuestra tesis de inversión no se ha sostenido, al no haber certeza sobre las circunstancias en las que va a empezar la temporada que viene”, dijo PCP en un comunicado.
Mike Ashley, el dueño del Newcastle, lleva varios años buscando la venta del club, sin haber encontrado un postor adecuado. Este consorcio parecía el mejor para sus intereses al haber puesto 300 millones de libras sobre la mesa.
Sin embargo, la Premier League tenía puesta la lupa sobre ellos debido a las voces que pedían que frenara su compra. Amnistía Internacional pidió que no la permitiera debido a los crímenes contra los derechos humanos de los que se acusa a Arabia Saudí, como el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
También la cadena Bein Sports, que posee los derechos de la Premier en el ámbito internacional, alertó de los peligros de este consorcio, puesto que Arabia Saudí había permitido que los partidos de la Premier League se emitieran de forma ilegal en el país.
“Tenemos que retirar nuestra oferta a nuestro pesar, aunque estábamos ilusionados de invertir en la ciudad y creemos que podríamos haber devuelto al club a su posición histórica”, apuntó el consorcio. EFE