10 oct. 2025

Alcaraz desquicia a Musetti y jugará su primera final en Roma

El español Carlos Alcaraz, que al terminar la semana será número 2 del mundo, desquició este viernes al italiano Lorenzo Musetti en las semifinales del Masters 1.000 de Roma, en un partido en el que fue superior y que cerró en dos sets, por 6-3 y 7-6 (4), para disputar su primera final en Roma.

Carlos Alcaraz

Carlos Alcaraz ya está en la final del torneo.

Foto: Gentileza - Carlos Alcaraz

Con merecimiento absoluto, Alcaraz es finalista en Roma, en un torneo en el que antes de esta edición sólo había podido jugar dos partidos, pero en el que ya guarda grandes recuerdos: cerró el círculo de los cuartos de final de todos los torneos de esta categoría y recuperó el número 2 justo antes de Roland Garros.

Se encontró con un Musetti que saltó a la pista central del Foro Itálico con su último enfrentamiento, la final de Montecarlo de abril, en la que perdió condicionado por una lesión, en su memoria. Quería venganza y acabó frustrado. Le jugó todo una mala pasada. Su cabeza, el inesperado viento inicial, la presión de jugar en casa y la posibilidad de una final italiana contra Sinner. Pero, sobre todo, Alcaraz. Ese fue el mayor de sus problemas.

Porque el español fue una roca en el primer set. Lo devolvió todo. Obligó al italiano a lanzarse a por los ángulos y encontró muy, muy pocos. Tuvo una cantidad excesiva de errores no forzados que condenaron su partido, que le sacaron de quicio y facilitaron ligeramente el trabajo de un Alcaraz que alargó su gran momento en tierra, con un balance de 26 victorias y sólo 2 derrotas en esta superficie desde mayo de 2024.

Rompió el murciano en el primer juego. Un inicio fulgurante. A Musetti se le vino todo encima. Demasiados fallos. Desde el fondo, en la red, en la dejada, con el revés... Tantos que dejó escapar tres bolas de ‘break’ y encajó el 2-0. Fueron sus peores minutos. Alcaraz arrolló y se puso 4-1 arriba, saboreó un primer set “sencillo” que sólo empañó un intento desesperado de reacción de Musetti que encontró una rotura aislada.

“Cuando tengas peloteos largos, tranquilidad. Eres superior a él”, le dijo Juan Carlos Ferrero, su entrenador, desde el banquillo, intentando evitar que su pupilo se viera superado por ese pequeño renacer de Musetti.

Y funcionó. Alcaraz consiguió tres puntos de set que acabaron por desquiciar al italiano, que rompió la raqueta de la frustración.

La sensación era que Alcaraz tenía ya el partido casi ganado, que Musetti iba a ser incapaz de salir de su enfado interno, de su rabia acumulada tras tantos fallos. Pero lo cierto es que no fue un set fácil para el murciano. Perdió sus dos primeros servicios en la segunda manga. Solo un ‘break’ entre medias evitó el 3-0 del italiano.

No desistió. Está prohibido para él. Se mantuvo siempre cerca, siempre al acecho pese a ir por detrás. Hasta que, en el octavo juego, encontró el merecido ‘break’ que igualó el set (4-4) y le permitió acabar mentalmente con Musetti, que apunto estuvo de claudicar con su saque, donde salvó una bola de partido.

Sólo retrasó lo inevitable. Alcaraz arrasó en el inicio del ‘tie-break’ y eso le bastó. Se ganó tres puntos de margen con el 5-2 que le permitieron incluso perder dos de sus saques y seguir con 5-4. Incluso así, acabó todo como lo empezó. Por todo lo alto. Dos roturas y desmoralizando por completo a Musetti.

En la final, su primera en la tierra batida italiana, se medirá al ganador del duelo entre el italiano Jannik Sinner, número 1 del mundo, y el estadounidense Tommy Paul, número 12 del ránking

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