Gran serie, pero para esta temporada el proceso ha terminado. A los chicos de Philadelphia aún les falta mucho para competir entre los astros, y la inexperiencia ha demostrado que ¡El proceso está muy VERDE y los Celtics van a las finales de Conferencia por segundo año consecutivo!
EL UNIVERSO CONSPIRANDO A FAVOR DE LOS CELTICS. De todos los duelos donde una serie empezó 3-0, en ninguno de ellos un equipo con tal resultado adverso ha sido capaz de remontar esa realidad, y por más improbable que fuera, a más de uno le parecía posible que los 76ers eran capaces de dar la vuelta la serie luego de la primera victoria tras el 3-0 inicial.
No es para menos, el equipo de Philadelphia tiene material de calidad de sobra, pero los patrones universales que marcan la tendencia de la historia de la NBA no variaron y marcaron el destino una vez más.
El quinto y definitorio juego comenzó con una racha de 8 a 0 a favor de los locales, a pesar de ello el corazón de los visitantes hizo circular mejor el balón y las jugadas fluían sanamente haciendo que el juego se tornase parejo. Y luego de dos cuartos jugados y a falta de poco más de un minuto los Sixers se ponían a apenas 1 punto (52-53) pisando los talones de los Celtics.
El equipo de Boston sintió los pasos y la persecución de sus oponentes, fue entonces cuando comenzaron a cabalgar mediante una asistencia de Brown a Baynes, quien sumó 3+ desde el perímetro, pronto Tatum tomaría un rebote defensivo y como cabalgan los caballos campeones de costa a costa terminaría en la ofensiva sumando 2+.
Los Sixers no lograban sumar y Rozier III daría el golpe final con un triple a falta de 0,3 segundos. La mitad del juego terminaría con el tablero marcando una diferencia de 52 a 61 a favor de los Celtics, que en menos de un minuto tomaron carrera y ampliaron distancia.
CONTRA TODO DESTINO: LOS SIXERS Y SU MEDALLA DE HONOR. Al equipo de Philadelphia también habría que darle el mérito correspondiente, quienes supieron ajustar sus errores ante la adversidad y frente a una serie crítica de 3 – 1 en contra y una diferencia de doble dígitos de puntos no se rindieron en ningún momento.
Un gran Embiid terminó haciendo de todo para doblar al destino; sumó 27 puntos, descolgó 12 rebotes, repartió 4 asistencias y defendió dando 4 tapones. Un formidable Saric aportaba con un doble-doble de 27 tantos y 10 rebotes, además de lograr 3/3 en triples, y un Ben Simmons que jugaba sus primeros Playoffs dejando 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.
Nada de eso fue suficiente para poner de rodillas al destino, a falta de un minuto el tablero iluminado marcaba un ajustado 105 a 109, parecía que todo era posible, pero los Celtics honraron la rica historia de la franquicia más ganadora de todos los tiempos y jugaron “a lo Boston”, empujando el partido con un parcial de 8-0. Los 76ers no tuvieron respuesta y no pudieron contestar el ataque verde.
A pesar de ello, los Sixers cayeron de pie y solo les resta trabajar duro y fortalecer las piernas para seguir caminando y avanzando en el horizonte tan anhelado, aquel donde todos quieren llegar, allá en la línea finita del horizonte donde se fusiona el paisaje de la tierra y el cielo, el lugar donde se encuentra el brillante y dorado premio que pocos pueden alcanzar.
Para esta temporada el proceso ha terminado, pero no terminan los sueños y el proceso propiamente dicho continúa.
SIN SUS ESTRELLAS LOS CELTICS DECORAN EL CIELO, LA CLAVE DEL ÉXITO: EL FACTOR STEVENS. Con las lesiones de sus superestrellas Kyrie Irving y Gordon Hayward a comienzo de temporada, nadie se hubiera imaginado hasta donde llegaría el equipo celta este año. Hoy, se sitúan en las finales de conferencia, superando y pasando de largo todas las expectativas esperadas, brillando en lo más alto sin sus estrellas más relucientes.
Lo que para muchos es el techo para el genio Brad Stevens es apenas el suelo, con seguridad. Es que el joven entrenador Brad ha demostrado que es de los hombres que están hechos para grandes cosas, es un gran ejemplo de liderazgo, superación, perseverancia y resiliencia.
Una prueba de ello son las circunstancias de cómo había comenzado la temporada 2017/2018 para el coach del que todos hablan:
- Un 73,3% de su equipo renovado, donde 4 jugadores retornaban de lesiones y 7 novatos debutaban como profesionales bajo su mando.
- El refuerzo estrella Gordon Hayward se lesionaba el tobillo en su primer juego, luego de apenas 5 minutos y 15 segundos vistiendo de Celtics.
- El jugador elite, All-Stars y estrella principal; Kyrie Irving se perdió 22 juegos de temporada regular y todo lo que restaría de Playoffs.
- Marcus Smart y Marcus Morris, jugadores fundamentales del equipo se perderían 28 juegos.
Y aun así, a pesar de tantas bajas y de nunca haber contado con su equipo completo Brad llevó a la franquicia más ganadora de la historia de la NBA a terminar esta temporada con 55 victorias y apenas 27 derrotas, siendo el segundo mejor récord de la Conferencia Este.
Además ganarían 28 juegos en la carretera, llevándose el primer puesto como equipo ganador visitante dentro de su conferencia.
30 años después los Celtics logran ir a la Final del Este en dos temporadas seguidas. El próximo objetivo de Brad Steves y sus Celtics: derrocar al Rey LeBron James, ¿Podrán?
