La Roja arribó al hotel de concentración, en el centro de la ciudad, procedente de Itu, un municipio situado a un centenar de kilómetros donde el equipo estuvo entrenando desde el sábado de la semana pasada.
Un puñado de aficionados chilenos y periodistas de ese país recibieron a la plantilla en el exterior del hotel. Los futbolistas saludaron a los hinchas pero no realizaron declaraciones a la prensa.
La selección estuvo en un tranquilo y alejado complejo deportivo de Itu preparando su participación en la Copa América, aunque la organización del torneo obliga a los equipos a hospedarse en la ciudad donde se jugará el partido tres días antes del choque.
Este viernes por la mañana, el colombiano Reinaldo Rueda dirigió la última sesión de entrenamiento en Itu antes de emprender el viaje a Sao Paulo.
El sábado la Roja tendrá una práctica a puerta cerrada y el domingo se ejercitará en el Estadio Morumbí, el escenario del partido del lunes ante los nipones.
La única preocupación del seleccionador es el estado físico de Alexis Sánchez, que se recuperó hace poco de una herida en el tobillo y aún es una incógnita si podrá jugar el partido completo, aunque estará en el once titular.
También está entre algodones el delantero Nicolás Castillo, que sufrió un edema muscular esta semana. El equipo médico de la Roja está evaluando su estado para decidir si sigue con el grupo o si es reemplazado por otro futbolista.
