Por Juan Pintos Sumi - @elbuenJuane
Con una temporada de ensueño, el actual líder de los Thunder se convirtió en el primer jugador desde Oscar Robertson en 1961/1962 en promediar un triple-doble, rompiendo su record luego de 55 años con 42 triples-dobles en 81 juegos, hazaña que le sirvió a los OKC para entrar a los Playoffs y coronar a su jugador franquicia como MVP de la temporada 2016/2017.
Ni Kawhi Leonard ni James Harden, ¡Russell Westbrook se lleva el premio mayor y es el jugador más valioso de la temporada 2016/2017!
UN PREMIO AL JUEGO CON CORAZÓN, PASIÓN Y EMPUJE
Foto: @NBA
El MVP se lo tiene que llevar el MVP, y un hombre que promedia triple-doble a lo largo de toda una temporada y bate el récord de Big O en un equipo que sería mediocre sin él, obviamente es el MVP. Un hombre que va más allá de las estadísticas, tiene algo que en los tiempos modernos parece olvidado: lealtad a un equipo y a una ciudad, donde juega del minuto 1 al 48 como si fueran los últimos de su vida, se entrega al basket, lo deja todo y más.
EL MVP DE LA ACTITUD
Sobre el jugador de 28 años de Oklahoma, que ha pasado 8 temporadas sudando litros de entrega con la camiseta de los Thunder como él solo puede hacerlo, el mismo Michael Jordan en su momento había manifestado lo siguiente: “Deben estar orgullosos de la lealtad que ha demostrado este chico. Soy realmente fan suyo, cuando le veo jugar veo muchas similitudes entre la pasión con la que él juega y la forma que yo tenía de jugar”.
Digan lo que digan y opinen lo que opinen “La cabra loca” –llamado así por sus detractores– juega con enorme corazón, coraje y potencia, se cargó al equipo en la espalda y los llevó a Playoffs promediando un triple-doble, sin su talento Oklahoma City Thunder estaría entre la lista de los 5 peores equipos de temporada, quizás en los puestos 11 o 12, lejos de la postemporada. El premio se lo ganó a pulso y los números hablan por sí solos, el porcentaje de victorias de OKC aumenta notablemente cuando consigue un triple-doble, de 56,7% a 79%.
Con toda seguridad sin Stephen Curry y LeBron James los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers llegarían a los Playoffs, sin Westbrook los Thunder no llegarían ni siquiera a la vuelta de la esquina. Westbrook es tan vital para los Thunder como es vital la branquia en los peces.
Quienes les restan mérito al promedio de triple-doble de Westbrook no han comprendido los requerimientos del juego o no han competido en canchas de baloncesto en su vida, por lo que son incapaces de valorar el increíble despliegue físico que se requiere para promediar lo que hasta el momento solo han sido capaces de promediar Russell Westbrook y Oscar Robertson desde el comienzo del deporte y durante toda la historia de la NBA.
Con su MVP de Temporada Regular, Russell Westbrook suma un nuevo galardón y lo une a su colección de reconocimientos personales, donde se encuentran sus 2 medallas olímpicas de Oro y 2 MVP’s de All-Star Game, además de ser 2 veces líder en anotaciones y 6 veces All-Star. Una verdadera leyenda viva que nos regala el placer de disfrutar de la magia del deporte al verlo jugar cada noche, esperemos ver más temprano que tarde a Westbrook ser un contendiente en la lucha por el campeonato.
JAMES HARDEN Y EL MVP = LEONARDO DICAPRIO Y EL OSCAR
Sin duda alguna, el premio de MVP se le escurre de las manos a James Harden como el Oscar se escurría de las manos a Leo DiCaprio.
En el 2015 Harden había hecho una temporada digna del galardón, pero de una caja de sorpresas saltaba y aparecía Stephen Curry para hacer que en un año los Warriors pasaran de ser el sexto mejor equipo a ser el mejor, rompiendo paradigmas, cambiando el baloncesto moderno y ganándose el premio de jugador más valioso de la temporada.
Este año, la misma historia, con la pizarra de Mike D’Antoni –seleccionado mejor entrenador del año– y la mejor exposición jamás antes vista de James Harden, juntos llevaron a los Rockets al tercer puesto de la clasificación de la Conferencia Oeste, pero nuevamente la caja de sorpresas escupía a otro jugar con fuego en las manos. Westbrook ya sin una superestrella a su lado se ponía al hombro a los OKC y de manera magistral rompía un record histórico para llevar a los suyos a los Playoffs, hazaña que nuevamente dejaba a La Barba con las manos vacías.
No ocurrió lo que injustamente le había ocurrido a Kobe Bryant en más de una ocasión, sobre todo en el 2006/2007. En ninguno de los 2 años le robaron el MVP a James Harden, pero en ambas ocasiones lo superaron por muy poco, simplemente fue un año excepcional para más de un jugador y en la pulseada salió perdiendo.
Quien sabe, quizás estar tan cerca del premio lo ayude a mejorar algunas facetas descuidadas u olvidadas de su juego, y lo hagan ser un jugador más completo en líneas generales.
DOS GRANDES CONTENDIENTES PARA UN SOLO PREMIO
Tanto Russell Westbrook como James Harden han terminado la temporada con un performance extraordinario, liderando a sus respectivos equipos y robando aplausos del público cada noche.
Con una temporada difícilmente igualable, Westbrook ha promediado 31,9 puntos, 10,7 rebotes y 10,4 asistencias por noche, números que lo ubican en las principales páginas de los libros de historia al convertirse en una máquina de triples-dobles. Por su parte James Harden se volvió un robot compulsivo de anotaciones y creación de juego, firmando 29,1 puntos, 8,1 rebotes y 11,2 asistencias por partido, números que convirtió al equipo de Houston en un equipo ganador.
En cualquier otra temporada el trabajo de James Harden hubiese sido más que suficiente para llevarse el premio, pero la hazaña de su adversario penosamente ha dejado de lado las pretensiones del líder del equipo de Houston.
Para mucho de nosotros, la alegría que nos causa que Westbrook haya ganado el máximo galardón de la noche es directamente proporcional a la tristeza que provoca el hecho de que James Harden no lo haya ganado. Mención especial para Harden, la mala suerte le acompaña, temporada increíble merecedora del galardón, pero este año se ha topado con un ser superlativo.
Foto: Archivo