Los 97 minutos que duró el partido se hicieron interminables para los 50 millones de colombianos que festejaron el gol del centrocampista Jefferson Lerma en el minuto 39, la expulsión del lateral Daniel Muñoz que dejó al equipo con un hombre menos la mitad de partido y la posterior lesión de Richard Ríos.
Pero el pitido final dio rienda suelta a las celebraciones a lo largo y ancho del país con caravanas de vehículos y motocicletas, el ruido de las vuvuzelas, pitos de los autos, música y fiesta en las calles.
En Bogotá, una de las fiestas callejeras se dio en el Parque de la 93 donde una multitud con camisetas amarillas se reunió para ver el partido en pantallas gigantes y con el júbilo a flor de piel prolongó la celebración al concluir el partido.
Los accesos al Parque de la 93, situado en el barrio del Chicó fueron bloqueados por la multitud que celebraba con pólvora, espuma y cerveza mientras cantaban la canción ‘Waka Waka’, de Shakira a todo pulmón.
“Por celebración de hinchas en diferentes puntos de la ciudad (...) se realizan desvíos en la medida de las posibilidades y retornos de algunas rutas”, advirtió la empresa de transporte público Transmilenio.
En Cúcuta, en la frontera con Venezuela, el malecón de la ciudad se convirtió en una enorme discoteca al aire libre y así por todo el país.
En Cartagena, el Camellón de los Mártires se llenó de gente que vio el partido en pantallas gigantes y después se tomó los alrededores de la Torre del Reloj para celebrar.
En Quibdó, capital del departamento del Chocó, que aporta cinco jugadores a la selección, una multitud llenó la plazoleta frente a la catedral de San Francisco de Asís y al ritmo de chirimías festejaba el triunfo.
Las fiestas de este miércoles son el preludio de lo que los colombianos esperan el domingo cuando la selección cafetera enfrentará a Argentina en la final de la Copa América, partido del que sueñan salir con el trofeo de campeón.