El ganador de veinticuatro Grand Slam sintió dolor en la rodilla derecha de la que fue operado hace casi dos meses, a primeros de junio, de un desgarro medial que le obligó a retirarse de Roland Garros. En el intercambio del tercer set, con 3-0 en contra en el marcador, solicitó la asistencia del fisioterapeuta de pista para que evaluara la dolencia en la pierna.
Djokovic, que desde la intervención quirúrgica juega con una protección visible en la rodilla, mostró su preocupación tras la victoria.
“Estoy muy preocupado, sinceramente, no sé qué decir. Terminé el partido y el intenso dolor desapareció. Si golpeé o resbalé, ni siquiera lo sé con seguridad”, relató el jugador serbio, de 37 años, que aspira a ganar el oro olímpico que falta en su palmarés.
“Todo parecía como en los octavos de final de Roland Garros donde logré terminar el partido y luego descubrí que estaba lesionado y ya no pude jugar. Estoy contento con la victoria, pero estoy preocupado”, afirmó Djokovic que anunció que la rodilla será examinada por sus médicos. En cualquier caso, desveló que estará en la semifinal ante el italiano Lorenzo Musetti.
“Incluso si me dicen los médicos que no está bien la rodilla, probablemente saldré a la cancha y lo intentaré. Son oportunidades únicas de luchar por una medalla para mi país, por lo que haré todo lo posible en las próximas veinticuatro horas para estar en condiciones de luchar por una medalla para Serbia”, añadió.