Voeckler, que suma su cuarta victoria en el Tour, volvió a dar espectáculo. Sabía que era una jornada acorde a sus características y no decepcionó.
Se coló en la escapada del día, de 38 corredores, hizo la selección en el Tourmalet y lanzó el ataque final en el último alto del día, el Peyresourde, para descolgar al único que todavía le aguantaba, su compatriota Brice Feillu (Saur).
Entre los favoritos, Nibali lo intentó en la última subida, por tres veces, pero se encontró a un Wiggins fuerte, que además contó con la ayuda de su escudero Christopher Froome, fiel a su compatriota y líder.
Quien dijo adiós a sus aspiraciones de repetir el triunfo del año pasado fue el australiano Cadel Evans (BMC), que volvió a perder tiempo hoy.
La jornada se inició con una escapada compuesta por 38 corredores, que subieron juntos el primer alto del día, el Aubisque, para iniciar las hostilidades en el Tourmalet, donde Voeckler y Feillu dijeron adiós a sus compañeros.
Mientras, entre los favoritos, las dos subidas no aportaron nada, no hubo ataques, y el Sky se dedicó a marcar el ritmo.
En la siguiente ascensión al Aspin, de primera, no cambió mucho la carrera, con el dúo delantero manteniendo distancias y el pelotón a ritmo, aunque marcado por el Liquigas, que provocó que el australiano Cadel Evans (BMC) se descolgase.
Al final, el Peyresourde fue testigo de la exhibición de Voeckler, pero también de que el líder Wiggins está muy cerca de coronarse el domingo como ganador del Tour 2012.