Para Federer, los inicios de este rally eran mucho más parejos para los competidores, ya que iban sin los equipamientos, sistemas de comunicación, navegación que existen en la actualidad.
“Fue bastante difícil. El carrera se largaba en Asunción y el asfalto terminaba en la Avenida Artigas. Y del Botánico a Piquete Cué ya era ripio. Ahí se cruzaba en balsa, luego del otro lado se hacía un reagrupamiento y largábamos la carrera”, cuenta Federer.
Mirá la entrevista completa a uno de los hombres, que a base de esfuerzo, escribieron su nombre en la historia del Transchaco Rally.