McCoy, quien volvió dos jugadas después de salir del campo de juego por haber recibido un fuerte golpe casco a casco de parte del apoyador de los Steelers, James Harrison, durante el último cuarto, dice que no recuerda el golpe.
Mientras que su padre, Brad McCoy, indicó que el golpe y la lesión de su hijo fue mucho más severa de lo que el equipo informó.
“Hablé con Colt hoy por la mañana y me dijo ‘Papá, no sé qué pasó ayer, pero sé que perdí el partido, sé que decepcioné al equipo. ¿Qué sucedió?”, declaró el padre del mariscal de campo al diario Plain Dealer.
Brad acusó a la organización de los Browns de permitir que su hijo volviera al campo a pesar de los síntomas.
Mientras que el entrenador en jefe de los Browns, Pat Shurmur, dijo en conferencia de prensa tras el partido que McCoy estaba “suficientemente bien como para regresar”, lo que molestó a Brad.
“No debió regresar al partido”, declaró Brad al periódico. “Estaba fuera de sí tras el golpe, se puede ver por la rigidez de su cuerpo cuando estaba tirado en el suelo. Había muchos síntomas fáciles de detectar que debieron indicarles que tenía conmoción. Por ejemplo, ni siquiera sabía quién era”.
Brad también se mostró molesto porque su hijo atendió la conferencia de prensa después del partido. “Después del juego el personal de relaciones públicas se aseguró de que la entrevista de Colt fuera breve, porque él no podía ver los reflectores de las cámaras de televisión, y las luces del estadio lo estaban matando. ¿Cómo pueden decir que estaba bien?”.