Antes la NBA ya había adelantado también el calendario comprimido de 66 partidos que comenzará a disputarse a partir del próximo 25 de diciembre, Día de Navidad, con tres que van a protagonizar New York Knicks frente a Boston Celtics, Dallas Mavericks ante Miami Heat y Los Ángeles Lakers ante Chicago Bulls.
Todo como preparación para que los dueños y los jugadores voten el nuevo acuerdo provisional al que llegaron el pasado viernes para firmar un nuevo convenio colectivo.
El grupo de jugadores que presentó una demanda antimonopolio contra la NBA pidió el lunes a un juez federal de Minnesota que suspenda cualquier medida en esa causa, como paso previo para que el acuerdo pueda votarse.
Los profesionales enviaron una carta al juez Patrick Schiltz en la que le informan que las partes alcanzaron un acuerdo provisional en su disputa laboral el fin de semana.
El conflicto llevó a un cierre patronal desde el 1 de julio y a demandas legales tanto por parte de los jugadores como de los dueños.
La carta afirma que las partes buscan “trasladar la solución provisional a un acuerdo escrito integral que será el definitivo”.
Los jugadores piden a Schiltz que suspenda todos los procedimientos programados en la causa hasta el 9 de diciembre, para cuando le informarán si se alcanzó un acuerdo definitivo.
Mientras, los equipos tendrán que disputar dos partidos más al mes para poder completar con el nuevo calendario comprimido y además tendrán al menos tres encuentros seguidos una vez durante la temporada regular.
Aunque se piensa que el cierre patronal está en su última fase, el acuerdo oficial todavía no ha sido cerrado y por lo tanto podría darse algún tipo de sorpresa.
De ahí, que la NBA trabaja horas extras para definir todos los detalles de un acuerdo extremadamente complejo mientras se planifica una temporada que estará marcada por los 149 días de cierre patronal que obligarán ahora a comprimir el calendario
No sólo se jugarán menos partidos, 66 por equipo en la idea sobre la que se trabaja, sino que se hará en menos tiempo.
De acuerdo al nuevo calendario de la NBA, el Día de Navidad fue el elegido para que comience la nueva temporada regular, dado que es seguro que habrá competición desde que el acuerdo era un hecho.
El Día de Navidad es clave para las audiencias de televisión en Estados Unidos y la competición no concluirá hasta el próximo 26 de abril.
La fase final también se verá afectada por estos ajustes, dado que va a concluir más tarde, aunque la liga no valora la opción de acortar la primera ronda.
Se seguirá jugando a siete partidos aunque será necesario que las eliminatorias de segunda ronda tengan al menos un ‘partidos seguidos’, dos encuentros en dos días consecutivos.
La temporada tendrá All-Star, en Orlando, como estaba previsto, y cada equipo jugará 3'9 partidos a la semana, un ritmo superior al habitual de 3'5.
La nueva distribución obligará a cada equipo a jugar un promedio de dos partidos más al mes, lo que demuestra la sobrecarga que va a generar el nuevo calendario.
Tampoco se podrán librar los equipos de jugar al menos una serie de tres partidos consecutivos en tres días seguidos y algunos podrían hacerlo hasta tres veces, algo que no sucedía desde el anterior cierre patronal que se dio en 1999, cuando la temporada quedó reducida a sólo 50 partidos y comenzó en febrero.
También se confirmó que cada equipo jugará 48 partidos frente a rivales de su propia Conferencia y 18 contra los de la contraria. Así que no todos los equipos jugarán en la pista de todos los rivales.
Las Finales de la NBA, si se van a siete partidos, podría terminar el 26 de junio, dos semanas después de cuando concluyeron las del 2011, que ganaron los Mavericks al Heat, y el sorteo universitario 2012 tendrá lugar el 12 de julio.
Ahora sólo falta que jugadores y equipos firmen el nuevo convenio colectivo y la pretemporada y el mercado se abren en la fecha prevista del próximo 9 de diciembre.
El director ejecutivo del sindicato, Billy Hunter, envió un correo electrónico a todos los jugadores para explicarle como había quedado el acuerdo provisional con los dueños y la respuesta ha sido positivo por parte de la mayoría de los profesionales.
El comisionado de la NBA, David Stern, también está haciendo horas extras para tratar de conseguir al menos 15 votos de los 29 dueños de los equipos que deben aprobar por mayoría simple el acuerdo provisional al que han llegado ambas partes.
Tanto Hunter como Stern son conscientes que no han podido conseguir un acuerdo provisional que sea de agradado de todos, pero ha sido sin discusión el que ha permitido salvar la temporada y sobre el que habrá de trabajar muy duro para superar todavía algunos aspectos importantes que están sin definir.