El guardameta, que se formó en las categorías inferiores del Barcelona, protagonizó una curiosa anécdota al finalizar el partido entre el equipo catalán y el Elche (3-0). Tras el pitido final, el argentino, autor de dos goles, se dirigió al portero para estrechar su mano y entregarle su camiseta y, acto seguido, le pidió a cambio la suya, lo que provocó la sorpresa de Badía y la sonrisa del argentino.
Tras el intercambio ambos jugadores se volvieron a dar la mano y un abrazo.
“Sí, me sorprendió. Pero, ¿sabéis en qué estaba pensando a pesar del resultado? En que este equipo se va a salvar. Como EQUIPO, como GRUPO”, ha explicado en Twitter el portero del Elche, uno de los pilares del equipo ilicitano esta temporada.
“Seguiremos dando pasos adelante y mejorando y compitiendo contra cualquier rival. ¡Gran primera parte ayer! Vamos con todo”, concluyó Badía, quien siempre se muestra muy activo en las redes sociales, donde interactúa habitualmente con los aficionados.