Platos típicos paraguayos y el infaltable terere a la orden del día en la concentración paraguaya. Por Maricel Seeger - EFE Córdoba-Argentina (EFE).- Los típicos platos paraguayos preparados por un chef personal y la clásica infusión fría de yerba mate, conocida como tereré, matizan los entrenamientos de la selección guaraní en Córdoba, donde se prepara para la Copa América que comenzará el próximo 1 de julio. Entre las setenta personas que integran la delegación se encuentra el cocinero Benito Insfrán, encargado de que los jugadores no pierdan el sabor de su país, con un amplio menú dominado por comidas típicas, como la sopa paraguaya y el chipá. Así, la selección puede elegir entre dieciséis opciones de plato principal y nueve entradas, sin que se repita el menú, según relataron portavoces del hotel cordobés donde se hospeda la delegación paraguaya. Tampoco es raro ver a los jugadores que se paseen por las instalaciones del hotel con el mate, una infusión caliente preparada con yerba, o con el helado tereré, para el que trajeron especialmente la yerba desde Paraguay, confirmó a Efe un miembro de la delegación. “La yerba para el mate la compramos en Argentina y la del tereré la trajimos de Paraguay”, indicaron en la delegación, que parece haber hecho un estudio de mercado previo a su estadía en Argentina. Pero no todos los momentos de la concentración son tan agradables. Luego de cada práctica, los futbolistas reciben “shocks” de frío en enormes recipientes llenos de agua y hielo para relajar los músculos. Para eso, la delegación compuesta por jugadores, técnicos y directivos de la Asociación Paraguaya del Fútbol (APF) solicitó al hotel Quorum, donde se hospeda, recipientes de doscientos litros y un “arsenal” de trescientos kilos de hielo por día. Los jugadores también cuentan con su propio gimnasio, traído especialmente con máquinas aptas para su preparación de cara al torneo, que se celebra en ocho sedes de Argentina hasta el próximo 24 de julio. El gimnasio fue instalado en uno de los cuatro salones del hotel de cuatro estrellas que ocupa la delegación, distribuida en cincuenta habitaciones con internet, pantalla plana y bebidas frías. Para suplir la distancia con la familia, la delegación paraguaya también pidió un ancho de banda de quince gigabytes, capaz de sostener treinta conferencias de vídeo en forma simultánea. A la hora de distraerse, el combinado guaraní también podrá escapar al spa del hotel o probar suerte en el campo de golf, aunque siempre que las indicaciones del seleccionador, el argentino Gerardo Martino, así lo permitan. Aunque no cuenten con mascota o algún amuleto del grupo para la suerte, los jugadores aseguran que nunca falta la música para incentivar la alegría y la confianza en superar los desafíos que imponga la copa continental. “La alegría la pone él”, afirma el capitán de la selección, el portero Justo Villar, señalando al centrocampista Enrique Vera, mientras ambos sonríen con complicidad. Algunos, en tanto, se entusiasman con entrenar en el “exitoso” complejo deportivo del Club Belgrano de Córdoba, que el pasado domingo escaló a la Primera División y sumergió al poderoso River Plate a la segunda categoría del fútbol argentino. Como el Belgrano, Paraguay también apuesta a convertirse en el verdugo de los grandes de América. EFE