El relevista, el atleta de badminton paralímpico David Follett, transportaba la llama en su silla de ruedas en Great Torrington, en la provincia de Devon, al suroeste de Inglaterra, cuando ésta se apagó debido a un “quemador en mal funcionamiento”.
“No es algo anormal que se apague la antorcha, esto puede pasar por muchos motivos, por ejemplo, en casos de viento extremo”, aseguró una portavoz del LOCOG.
Segundos después de que se apagara la llama, el personal que acompaña la expedición obtuvo de uno de los vehículos una antorcha de repuesto con la que Follett siguió su recorrido después de ésta fuera encendida desde la llama madre.
“Mantenemos la llama madre en un recipiente especial en uno de los vehículos, así que si se apaga la antorcha en algún momento del recorrido podemos encenderla de nuevo”, agregó la portavoz.
Una vez encendida la llama, el relevista prosiguió su ruta en un tercer día de recorrido en el que el fuego sagrado salió de Exeter a las 6.25 GMT y llegará esta tarde a la ciudad de Taunton, en la provincia de Devon.